Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />
Peter.<br />
A las once menos cuarto bajé al otro piso. Cuando volví, a las once y media, ya estaba él<br />
esperándome en la escalera. Hablamos hasta la una menos cuarto. Cuando se presenta la más<br />
mínima oportunidad, por ejemplo cuando salgo <strong>de</strong> la habitación <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comer y nadie nos oye,<br />
me dice:<br />
-¡Hasta luego, <strong>Ana</strong>!<br />
¡Ay, estoy tan contenta! ¿Estará empezando a quererme entonces? En cualquier caso es un<br />
tipo muy simpático y quién sabe lo bien que podremos hablar.<br />
A la señora le parece bien que yo hable con él, pero hoy igual me preguntó en tono burlón:<br />
-¿Puedo fiarme <strong>de</strong> lo que hacéis vosotros dos ahí arriba? -¡Pues claro! -protesté-. ¡Cuidado<br />
que me voy a ofen<strong>de</strong>r! De la mañana a la noche me alegra saber que veré a Peter.<br />
Tu <strong>Ana</strong> M. <strong>Frank</strong><br />
P. D. Se me olvidaba <strong>de</strong>cirte que anoche cayó una cantidad enorme <strong>de</strong> nieve. Pero ya ni se<br />
nota casi, se ha fundido toda.<br />
Lunes, 6 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
¿No te parece curioso que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que Peter me contara aquello <strong>de</strong> sus padres, ahora me<br />
sienta un poco responsable por él? Es como si esas peleas me incumbieran lo mismo que a él, y sin<br />
embargo ya no me atrevo a hablarle <strong>de</strong> ello, porque temo que no le agra<strong>de</strong>. Por nada <strong>de</strong>l mundo<br />
quisiera cometer un <strong>de</strong>satino ahora.<br />
A Peter se le nota en la cara que piensa tanto como yo, y por eso anoche me dio rabia cuando<br />
la señora dijo en tono burlón:<br />
-¡El pensador!<br />
El tímido <strong>de</strong> Peter se puso colorado y a mí me empezó a hervir la sangre.<br />
¡Cuándo <strong>de</strong>jará la gente <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir tonterías! No te imaginas lo feo que es ver lo solo que se<br />
siente Peter, y no po<strong>de</strong>r hacer nada. Yo puedo imaginarme, como si lo hubiera vivido en mi propia<br />
carne, lo <strong>de</strong>sesperado que <strong>de</strong>be estar a veces cuando hay peleas. ¡Pobre Peter, qué necesitado <strong>de</strong><br />
cariño está!<br />
Me parecieron muy duras sus palabras cuando dijo que no necesitaba amigos. ¡Ay, cómo se<br />
equivoca! No creo que lo diga en serio. Se aferra a su masculinidad, a su soledad y a su falsa indiferencia<br />
para no salirse <strong>de</strong> su papel, y para no tener que mostrar nunca cómo se siente. ¡Pobre Peter!<br />
¿Hasta cuándo podrá seguir haciendo este papel? ¿Cuánto faltará para que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tanto<br />
esfuerzo sobrehumano, explote?<br />
¡Ay, Peter, ojalá pudiera ayudarte y tú permitieras que lo hiciera! ¡Los dos juntos podríamos<br />
ahuyentar nuestras respectivas soleda<strong>de</strong>s!<br />
Pienso mucho, pero digo poco. Me pongo contenta cuando le veo y si al mismo tiempo brilla el<br />
sol. Ayer, cuando me estaba lavando la cabeza, me puse bastante eufórica, a sabiendas <strong>de</strong> que en la<br />
habitación <strong>de</strong> al lado estaba él. No pu<strong>de</strong> remediarlo: cuanto más callada y seria estoy por <strong>de</strong>ntro,<br />
tanto más bulliciosa me pongo por fuera. ¿Quién será el primero en <strong>de</strong>scubrir mi coraza y perforarla?<br />
¡Qué suerte que los Van Daan no tienen una niña! Mi conquista no sería tan difícil, tan hermosa<br />
y tan placentera si no fuera justamente por la atracción <strong>de</strong>l sexo opuesto.<br />
Tu <strong>Ana</strong> M. <strong>Frank</strong><br />
P. D. Sabes que soy sincera contigo al escribirte, y por eso es<br />
que <strong>de</strong>bo confesarte que en realidad vivo <strong>de</strong> encuentro en encuentro. Estoy continuamente al<br />
acecho para ver si <strong>de</strong>scubro que también él vive esperándome a mí, y salto <strong>de</strong> alegría <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí<br />
cuando noto sus pequeños y tímidos esfuerzos al respecto. Creo que Peter quisiera tener la misma<br />
facilidad <strong>de</strong> expresión que yo; no sabe que justamente su torpeza me enternece.<br />
Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 91 http://ar.geocities.com/krnv_bweb