13.05.2013 Views

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />

El objeto <strong>de</strong> mi amistad al menos está siempre en casa y, salvo Margot, no hay rivales que<br />

temer. No te creas que estoy enamorada, nada <strong>de</strong> eso, pero todo el tiempo tengo la sensación <strong>de</strong> que<br />

entre Peter y yo algún día nacerá algo hermoso, algo llamado amistad y que dé confianza. Todas las<br />

veces que puedo, paso por su habitación y ya no es como antes, que él no sabía muy bien qué hacer<br />

conmigo. Al contrario, sigue hablándome cuando ya estoy saliendo. Mamá no ve con buenos ojos que<br />

suba a ver a Peter. Siempre me dice que lo molesto y que tengo que <strong>de</strong>jarlo tranquilo. ¿Acaso se<br />

cree que no tengo intuición? Siempre que entro en la pequeña habitación <strong>de</strong> Peter, mamá me mira<br />

con cara rara. Cuando bajo <strong>de</strong>l piso <strong>de</strong> arriba, me pregunta dón<strong>de</strong> he estado. ¡No me gusta nada<br />

<strong>de</strong>cirlo, pero poco a poco estoy empezando a odiarla!<br />

Tu <strong>Ana</strong> M. <strong>Frank</strong><br />

Sábado, 19 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

Estamos otra vez en sábado y eso en sí mismo ya dice bastante. La mañana fue tranquila.<br />

Estuve casi una hora arriba, pero a «él» no le hablé más que <strong>de</strong> pasada.<br />

A las dos y media, cuando estaban todos arriba, bien para leer, bien para dormir, cogí una<br />

manta y bajé a instalarme frente al escritorio para leer o escribir un rato. Al poco tiempo no pu<strong>de</strong> más:<br />

<strong>de</strong>jé caer la cabeza sobre un brazo y me puse a sollozar como una loca. Me corrían las lágrimas y me<br />

sentí profundamente <strong>de</strong>sdichada. ¡Ay, si sólo hubiera venido a consolarme «él»!<br />

Ya eran las cuatro cuando volví arriba. A las cinco fui a buscar patatas, con nuevas esperanzas<br />

<strong>de</strong> encontrarme con él, pero cuando todavía estaba en el cuarto <strong>de</strong> baño arreglándome el pelo, oí que<br />

bajaba a ver a Moffie.<br />

Quise ir a ayudar a la señora y me instalé arriba con libro y todo, pero <strong>de</strong> repente sentí que me<br />

venían las lágrimas y corrí abajo al retrete, cogiendo al pasar el espejo <strong>de</strong> mano. Ahí estaba yo<br />

sentada en el retrete, toda vestida, cuando ya había terminado hacía rato, profundamente apenada y<br />

con mis lagrimones haciéndome manchas oscuras en el rojo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lantal.<br />

Lo que pensé fue más o menos que así nunca llegaría al corazón 1 <strong>de</strong> Peter. Que quizá yo no<br />

le gustaba para nada y que quizás él lo que menos estaba necesitando era confianza. Quizá nunca<br />

piense en mí más que <strong>de</strong> manera superficial. Tendré que seguir a<strong>de</strong>lante sola, sin Peter y sin su<br />

confianza. Y quién sabe, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> poco también sin fe, sin consuelo y sin esperanzas. ¡Ojalá pudiera<br />

apoyar mi cabeza en su hombro y no sentirme tan <strong>de</strong>sesperadamente sola y abandonada! Quién<br />

sabe si no le importo en lo más mínimo, y si mira a todos con la misma mirada tierna. Quizá sea pura<br />

imaginación mía pensar que esa mirada va dirigida sólo a mí.<br />

¡Ay, Peter, ojalá pudieras verme u oírme! Aunque yo tampoco podría oír la quizá tan<br />

<strong>de</strong>sconsoladora verdad.<br />

Más tar<strong>de</strong> volví a confiar y me sentí otra vez más esperanzada, aunque las lágrimas seguían<br />

fluyendo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí.<br />

Tu <strong>Ana</strong> M. <strong>Frank</strong><br />

Domingo, 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1944.<br />

Querida Kitty:<br />

Lo que otra gente hace durante la semana, en la Casa <strong>de</strong> atrás se hace los domingos. Cuando<br />

los <strong>de</strong>más se ponen sus mejores ropas y salen a pasear al sol, nosotros estamos aquí fregando,<br />

barriendo y haciendo la colada.<br />

Las ocho <strong>de</strong> la mañana: Sin importarle los que aún quieren dormir, Dussel se levanta. Va al<br />

cuarto <strong>de</strong> baño, luego baja un piso, vuelve a subir y a ello sigue un encierro en el cuarto <strong>de</strong> baño para<br />

una sesión <strong>de</strong> aseo personal <strong>de</strong> una hora <strong>de</strong> duración.<br />

Las nueve y media: Se encien<strong>de</strong>n las estufas, se quitan los paneles <strong>de</strong> oscurecimiento y Van<br />

Daan va al cuarto <strong>de</strong> baño. Uno <strong>de</strong> los suplicios <strong>de</strong> los domingos por la mañana es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

cama justo me toca mirarle la espalda a Dussel mientras reza. A todos les asombrará que diga que<br />

Dussel rezando es un espectáculo horrible. No es que se ponga a llorar o a hacerse el sentimental,<br />

Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 85 http://ar.geocities.com/krnv_bweb

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!