You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />
Grábate en la memoria el día <strong>de</strong> ayer, que es muy importante en mi vida. ¿No es importante<br />
para cualquier chica cuando la besan por primera vez? Para mí al menos lo es. El beso que me dio<br />
Bram en la mejilla <strong>de</strong>recha no cuenta, y el que me dio Woudstra en la mano <strong>de</strong>recha tampoco. ¿Que<br />
cómo ha sido lo <strong>de</strong>l beso? Pues bien, te lo contaré.<br />
Anoche, a las ocho, estaba yo sentada con Peter en su diván, y al poco tiempo me puso el<br />
brazo al cuello. (Como era sábado, no llevaba puesto el mono.)<br />
-Corrámonos un poco, así no me doy con la cabeza contra el armarito.<br />
Se corrió casi hasta la esquina <strong>de</strong>l diván, yo puse mi brazo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l suyo, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l<br />
cuello, y por poco sucumbo bajo el peso <strong>de</strong> su brazo sobre mis hombros. Es cierto que hemos estado<br />
sentados así en otras ocasiones, pero nunca tan pegados como anoche. Me estrechó bien fuerte<br />
contra su pecho, sentí cómo me palpitaba el corazón, pero todavía no habíamos terminado. No<br />
<strong>de</strong>scansó hasta que no tuvo mi cabeza reposada en su hombro, con su cabeza encima <strong>de</strong> la mía.<br />
Cuando a los cinco minutos quise sentarme un poco más <strong>de</strong>recha, en seguida cogió mi cabeza en<br />
sus manos y la llevó <strong>de</strong> nuevo hacia sí. ¡Ay, fue tan maravilloso! No pu<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir gran cosa, la dicha era<br />
<strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong>. Me acarició con su mano algo torpe la mejilla y el brazo, jugó con mis rizos y la<br />
mayor parte <strong>de</strong>l tiempo nuestras cabezas estuvieron pegadas una contra la otra.<br />
No puedo <strong>de</strong>scribirte la sensación que me recorrió todo el cuerpo, Kitty; me sentía <strong>de</strong>masiado<br />
dichosa, y creo que él también.<br />
A las ocho y media nos levantamos. Peter se puso sus zapatos <strong>de</strong> <strong>de</strong>porte para hacer menos<br />
ruido al hacer su segunda ronda por la casa, y yo estaba <strong>de</strong> pie a su lado. No me preguntes cómo<br />
hice para encontrar el movimiento a<strong>de</strong>cuado, porque no lo sé; lo cierto es que antes <strong>de</strong> bajar me dio<br />
un beso en el pelo, medio sobre la mejilla izquierda y medio en la oreja. Corrí hacia abajo sin volverme,<br />
y ahora estoy muy <strong>de</strong>seosa <strong>de</strong> ver lo que va a pasar hoy.<br />
Domingo por la mañana, i i horas.<br />
Tu <strong>Ana</strong> M. <strong>Frank</strong><br />
Lunes, 17 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
¿Crees tú que papá y mamá estarían <strong>de</strong> acuerdo en que yo, una chica que aún no ha cumplido<br />
los quince años, estuviera sentada en un diván, besando a un chico <strong>de</strong> diecisiete años y medio? En<br />
realidad creo que no, pero lo mejor será confiar en mí misma al respecto. Me siento tan tranquila y<br />
segura al estar en sus brazos, soñando, y es tan emocionante sentir su mejilla contra la mía, tan<br />
maravilloso saber que alguien me está esperando... Pero, y es que hay un pero, ¿se contentará Peter<br />
con esto? No es que haya olvidado su promesa, pero al fin y al cabo él es hombre.<br />
Yo misma también sé que soy bastante precoz; a algunos les resulta un tanto difícil enten<strong>de</strong>r<br />
cómo puedo ser tan in<strong>de</strong>pendiente, cuando aún no he cumplido los quince años. Estoy casi segura <strong>de</strong><br />
que Margot nunca besaría a un chico si no hubiera perspectiva concreta <strong>de</strong> compromiso o boda. Ni<br />
Peter ni yo tenemos planes en ese sentido. Seguro que tampoco mamá ha tocado a un hombre antes<br />
que papá. ¿Qué dirían mis amigas y Jacque si me vieran en brazos <strong>de</strong> Peter, con mi corazón contra<br />
su pecho, mi cabeza sobre su hombro, su cabeza y su cara sobre mi cabeza?<br />
¡Ay, <strong>Ana</strong>, qué vergüenza! Pero la verdad es que a mí no me parece ninguna vergüenza.<br />
Estamos aquí encerrados, aislados <strong>de</strong>l mundo, presas <strong>de</strong>l miedo y la preocupación, sobre todo<br />
últimamente. Entonces, ¿por qué los que nos queremos habríamos <strong>de</strong> permanecer separados? ¿Por<br />
qué no habríamos <strong>de</strong> besarnos, con los tiempos que corren? ¿Por qué habríamos <strong>de</strong> esperar hasta<br />
te- ner la edad a<strong>de</strong>cuada? ¿Por qué habríamos <strong>de</strong> pedir permiso para todo?<br />
Yo misma me encargaré <strong>de</strong> cuidarme, y él nunca haría nada que me diera pena o me hiciera<br />
daño; entonces, ¿por qué no habría <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarme guiar por lo que me dicta el corazón y <strong>de</strong>jar que<br />
seamos felices los dos?<br />
Sin embargo, Kitty, creo que notarás un poco mis dudas; supongo que es mi sinceridad, que se<br />
rebela contra la hipocresía. ¿Te parece que <strong>de</strong>bería contarle a papá lo que hago? ¿Te parece que<br />
nuestro secreto <strong>de</strong>bería llegar a oídos <strong>de</strong> un tercero? Per<strong>de</strong>ría mucho <strong>de</strong> su encanto, pero ¿me haría<br />
sentir más tranquila por <strong>de</strong>ntro? Tendré que consultarlo con él.<br />
Ay, aún hay tantas cosas <strong>de</strong> las que quisiera hablar con él, por<br />
que a sólo acariciarle no le veo el sentido. Para po<strong>de</strong>r contarnos lo que sentimos necesitamos<br />
Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 117 http://ar.geocities.com/krnv_bweb