You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />
No vayas a creer que estoy enamorada <strong>de</strong> Peter, ¡nada <strong>de</strong> eso! Si los Van Daan hubieran<br />
tenido una niña en vez <strong>de</strong> un hijo varón, también habría intentado trabar amistad con ella.<br />
Esta mañana me <strong>de</strong>sperté a eso <strong>de</strong> las siete menos cinco y en seguida recordé con gran<br />
seguridad lo que había soñado. Estaba sentada en una silla, y frente a mí estaba sentado Peter...<br />
Schiff. Estábamos hojeando un libro ilustrado por Mary Bos. Mi sueño era tan nítido que aún recuerdo<br />
en parte las ilustraciones. Pero aquello no era todo, el sueño seguía. De repente, los ojos <strong>de</strong> Peter se<br />
cruzaron con los míos, y durante algún tiempo me <strong>de</strong>tuve a mirar esos hermosos ojos <strong>de</strong> color pardo<br />
aterciopelado. Entonces, Peter me dijo susurrando:<br />
-De haberlo sabido, habría ido a tu encuentro mucho antes.<br />
Me volví bruscamente, porque sentía una emoción <strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong>. Después sentí una<br />
mejilla suave y <strong>de</strong>liciosa rozando la mía, y todo estuvo tan bien, tan bien...<br />
En ese momento me <strong>de</strong>sperté, mientras seguía sintiendo su me - ¡¡¡la contra la mía y sus ojos<br />
mirándome en lo más profundo <strong>de</strong> mi corazón, tan profundamente que él había podido leer allí <strong>de</strong>ntro<br />
cuánto lo había amado y cuánto seguía amándolo. Los ojos se me<br />
volvieron a llenar <strong>de</strong> lágrimas, y me sentí muy triste por haberlo perdido, pero al mismo tiempo<br />
también contenta, porque sabía con seguridad que Peter seguía siendo mi elegido. Es curioso que a<br />
veces tenga estos sueños tan nítidos. La primera vez fue cuando, una noche, vi a mi abuela Omi 22 <strong>de</strong><br />
forma tan clara, que pu<strong>de</strong> distinguir perfectamente su piel gruesa y suave, como <strong>de</strong> terciopelo. Luego<br />
se me apareció Oma como si fuera mi ángel <strong>de</strong> la guarda, y luego Hanneli, que me sigue pareciendo<br />
el símbolo <strong>de</strong> la miseria que pasan todos mis amigos y todos los judíos; cuando rezo por ella, rezo<br />
por todos los judíos y por toda esa pobre gente.<br />
Y ahora Peter, mi querido Peter, que nunca antes se me ha aparecido tan claramente; no<br />
necesito una foto suya: así lo veo bien, muy bien.<br />
Tu <strong>Ana</strong><br />
Viernes, 7 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
¡Idiota <strong>de</strong> mí, que no me di cuenta en absoluto <strong>de</strong> que nunca te había contado la historia <strong>de</strong> mi<br />
gran amor!<br />
Cuando era aún muy pequeña, pero ya iba al jardín <strong>de</strong> infancia, mi simpatía recayó en Sally<br />
Kimmel. Su padre había muerto y vivía con su madre en casa <strong>de</strong> una tía. Un primo <strong>de</strong> Sally, Appy,<br />
era un chico guapo, esbelto y moreno que más tar<strong>de</strong> tuvo todo el aspecto <strong>de</strong> un perfecto actor <strong>de</strong> cine<br />
y que cada vez <strong>de</strong>spertaba más admiración que el gracioso, bajito y rechoncho <strong>de</strong> Sally. Durante<br />
algún tiempo anduvimos mucho juntos, aunque mi amor nunca fue correspondido, hasta que se cruzó<br />
Peter en mi camino y me entró un amor infantil el triple <strong>de</strong> fuerte. Yo también le gustaba, y durante<br />
todo un verano fuimos inseparables. En mis pensamientos aún nos veo cogidos <strong>de</strong> la mano,<br />
caminando por la Zui<strong>de</strong>r Amstelaan, él con su traje <strong>de</strong> algodón blanco y yo con un vestido corto <strong>de</strong><br />
verano. Cuando acabaron las vacaciones <strong>de</strong> verano, él pasó a primero <strong>de</strong> la secundaria y yo a sexto<br />
<strong>de</strong> primaria. Me pasaba a recoger al colegio o yo a él. Peter era un muchacho hermoso, alto, guapo,<br />
esbelto, <strong>de</strong> aspecto serio, sereno e inteligente. Tenía el pelo oscuro y hermosos ojos castaños,<br />
mejillas marrón-rojizas y la nariz respingona. Me encantaba sobre todo su sonrisa, que le daba un<br />
aire pícaro y travieso.<br />
En las vacaciones me fui afuera y al volver no encontré a Peter en su antigua dirección; se<br />
había mudado <strong>de</strong> casa y vivía con un muchacho mucho mayor que él. Éste le hizo ver seguramente<br />
que yo no era más que una chiquilla tonta, y Peter me <strong>de</strong>jó. Yo lo amaba tanto que no quería ver la<br />
realidad y me seguía aferrando a él, hasta que llegó el día en que me di cuenta <strong>de</strong> que si seguía <strong>de</strong>trás<br />
<strong>de</strong> él, me tratarían <strong>de</strong> «perseguidora <strong>de</strong> chicos».<br />
Pasaron los años. Peter salía con chicas <strong>de</strong> su edad y ya ni me saludaba. Empecé a ir al liceo<br />
judío, muchos chicos <strong>de</strong> mi curso se enamoraron <strong>de</strong> mí, a mí eso me gustó, me sentí honrada, pero<br />
por lo <strong>de</strong>más no me hizo nada. Más a<strong>de</strong>lante, Hello estuvo loco por mí, pero como ya te he dicho,<br />
nunca más me enamoré.<br />
Hay un refrán que dice: «El tiempo lo cura todo.» Así también me pasó a mí. Me imaginaba que<br />
había olvidado a Peter y que ya no me gustaba nada. Pero su recuerdo seguía tan latente en mí, que<br />
22 Omi es la abuela paterna y Oma la abuela materna.<br />
Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 72 http://ar.geocities.com/krnv_bweb