13.05.2013 Views

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />

reclina en el escritorio. Junto a él, el periódico, el tazón y, la mayoría <strong>de</strong> veces, el gato. Si le falta<br />

alguno <strong>de</strong> estos tres, no <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> protestar. Kleiman cuenta las últimas noveda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la ciudad; para<br />

eso es realmente una fuente <strong>de</strong> información estupenda. Kugler sube la escalera con gran estrépito,<br />

da un golpe seco y firme en la puerta y entra frotándose las manos, <strong>de</strong> buen humor y haciendo<br />

aspavientos, o <strong>de</strong> mal humor y callado, según los ánimos.<br />

Las dos menos cuarto: Los comensales se levantan y cada uno retoma sus activida<strong>de</strong>s. Margot<br />

y mamá se ponen a fregar los platos, el señor y la señora Van Daan vuelven al diván, Peter al<br />

<strong>de</strong>sván, papá al otro diván, Dussel también, y <strong>Ana</strong> a sus tareas.<br />

Ahora comienza el horario más tranquilo. Cuando todos duermen, no se molesta a nadie.<br />

Dussel sueña con una buena comida, se le nota en la cara, pero no me <strong>de</strong>tengo a observarlo porque<br />

el tiempo corre y a las cuatro ya lo tengo al doctor pedante a mi lado, con el reloj en la mano,<br />

instándome a <strong>de</strong>socupar el escritorio que he ocupado un minuto <strong>de</strong> más.<br />

Tu <strong>Ana</strong><br />

Sábado, 7 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1943<br />

Querida Kitty:<br />

Unas semanas atrás me puse a escribir un relato, algo que fuera pura fantasía, y me ha dado<br />

tanto gusto hacerlo que mi producción literaria ya va formando una verda<strong>de</strong>ra pila <strong>de</strong> papel.<br />

Tu <strong>Ana</strong><br />

Lunes, 9 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1943<br />

Querida Kitty:<br />

Sigo con la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l horario que tenemos en la Casa <strong>de</strong> atrás. Tras la comida <strong>de</strong>l<br />

mediodía, ahora le toca a la <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />

El señor Van Daan. Comencemos por él. Es el primero en ser atendido a la mesa, y se sirve<br />

bastante <strong>de</strong> todo cuando la comida es <strong>de</strong> su gusto. Por lo general participa en la conversación, dando<br />

siempre su opinión, y cuando así suce<strong>de</strong>, no hay quien le haga cambiar <strong>de</strong> parecer, porque cuando<br />

alguien osa contra<strong>de</strong>cirle, se pone bastante violento. Es capaz <strong>de</strong> soltarte un bufido como un gato, y<br />

la verdad es que es preferible evitarlo. Si te pasa una vez, haces lo posible para que no se repita.<br />

Tiene la mejor opinión, es el que más sabe <strong>de</strong> todo. De acuerdo, sabe mucho, pero también su<br />

presunción ha alcanzado altos niveles.<br />

Madame: En verdad sería mejor no <strong>de</strong>cir nada. Ciertos días, especialmente cuando se avecina<br />

alguna tormenta, más vale no mirarla a la cara. Bien visto, es ella la culpable <strong>de</strong> todas las discusiones,<br />

¡pero no el tema! Todos prefieren no hablar <strong>de</strong> él; pero tal vez pudiera <strong>de</strong>cirse que ella es la<br />

iniciadora. Azuzar, eso es lo que le gusta. Azuzar a la señora <strong>Frank</strong> y a <strong>Ana</strong>. Azuzar a Margot y al<br />

señor <strong>Frank</strong> no es tan fácil.<br />

Pero ahora volvamos a la mesa. La señora siempre recibe lo que le correspon<strong>de</strong>, aunque ella a<br />

veces piensa que no es así. Escoger para ella las patatas más pequeñas, el bocado más sabroso, lo<br />

más tierno <strong>de</strong> todo, ésa es su consigna. «A los <strong>de</strong>más ya les tocará lo suyo, primero estoy yo.»<br />

(Exactamente así piensa ella que piensa <strong>Ana</strong>.) Lo segundo es hablar, siempre que haya alguien<br />

escuchando, le interese o no, eso al parecer le da igual. La señora Van Daan seguramente piensa<br />

que a todo cl mundo le interesa lo que ella dice.<br />

Las sonrisas coquetas, el hacer como si entendiera <strong>de</strong> cualquier tema, el aconsejar a todos o el<br />

dárselas <strong>de</strong> madraza, se supone que <strong>de</strong>jan una buena impresión. Pero si uno mira más allá, lo bueno<br />

se acaba en seguida. En primer lugar hacendosa, luego alegre, luego coqueta y a veces una cara<br />

bonita. Esa es Petronella van Daan.<br />

El tercer comensal: No dice gran cosa. Por lo general, el joven Van Daan es muy callado y no<br />

se hace notar. Por lo que respecta a su apetito: un pozo sin fondo, que no se llena nunca. Aun <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la comida más sustanciosa, afirma sin inmutarse que podría comerse el doble.<br />

En cuarto lugar está Margot. Come como un pajarito, no dice ni una palabra. Lo único que toma<br />

son frutas y verduras.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!