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Seis a once Adolescentes
Escuche con interés a su hijo, colóquese de frente, a su misma altura, y mírele a los ojos.
Con niños mayores de seis años, es necesario que
preste atención viéndoles a los ojos, para hacerles sentir
escuchados y mostrarles un gesto de sorpresa o interés
en lo que dicen.
Los adolescentes tienen dificultad para iniciar la
comunicación con los adultos, por lo que cuando su hija le
cuente algo, muéstrese interesado por sus cosas: en lo que
desea ser, sus amigos, etc.
Hable y mantenga el diálogo o interacción con su hijo, dé oportunidad a que también hable y se exprese.
Los niños de seis años en adelante ya pueden establecer
diálogos cada vez más complejos, por lo que usted
necesita hablar con su hijo, en cualquier oportunidad
que tenga: de lo que hace en la escuela, en casa, un
interés, etc. Escúchele con atención y evite dominar
la conversación, comente sobre lo que dice y espere a
continuar escuchándolo.
Con los adolescentes, pruebe iniciar el diálogo
preguntando sobre algún interés de su hija: sus amigos,
lo que hacen, sus gustos, etc. Cuando ella le cuente algo,
deje de hacer lo que esté haciendo y muestre interés
en lo que dice. Reconozca su sentimiento o ideas y
exprésele las suyas, o simplemente haga un comentario
que la anime a continuar el diálogo con usted.
Comprende los sentimientos, ideas o necesidades que su hijo le expresa y da respuesta inmediata de acuerdo a éstos.
Ahora su hijo puede decir lo que desea. Trate de
entender lo que expresa o le pide, y atiéndale de manera
inmediata.
Con los adolescentes trate de comprender lo que
le dicen o expresan. Las acciones que pueden ser
inapropiadas, como negarse hacer las cosas o gestos
negativos, también comunican algún mensaje. Cuando
entienda lo que quieren decirle, responda a ello con
palabras.
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