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¿Cómo puede participar la familia en la
educación de sus hijos y cuáles son los
beneficios?
Te recomendamos involucrar a los padres y las
madres de forma directa y activa con sus hijos en
actividades de aprendizaje en la escuela, mediante
talleres vivenciales o participativos, en los que
reflexionen sobre sus creencias y prácticas de crianza,
y aprendan a través del diálogo y el intercambio
de experiencias con otras familias. Si fomentas que
se involucren con sus hijos en el hogar en diversas
situaciones, los beneficios en el desarrollo de los
niños serán mayores que los derivados de recibir
información escrita, asistir a pláticas o resolver
cuestiones administrativas y de mantenimiento de
la escuela; por ejemplo, que los escuchen, acompañen,
jueguen, lean, apoyen en sus tareas escolares
y materias, con base en materiales e indicaciones
proporcionadas por el instructor.
La escuela y la comunidad establecen un vínculo
con las familias, y promueven la participación de
los padres y las madres en la educación de los niños
desde dos vertientes: la gestión escolar y el apoyo
a los procesos de aprendizaje.
Las investigaciones demuestran que cuando los padres
y las madres de familia, así como los miembros
de la comunidad, participan en la escuela desde
que los niños son muy pequeños, todos obtienen
mayores beneficios (cuadro 1).
Si valoras la participación de cada familia,
por mínima que sea, generarás cambios en la
relación entre los niños, sus padres y madres,
así como entre ellos y tú. Los motivarás a
mantenerse interesados e informados sobre
el desarrollo y los avances de los hijos. Es
importante que reflexiones sobre tu misión
para vincularte con ellos y promover que
participen. Recuerda que los niños, las
familias, la comunidad y tú se beneficiarán.
Quizás, en algún momento, la falta de participación
de los padres y las madres te haga sentir frustrado
en tu trabajo con las familias. No te desesperes. Comienza
por conocer su estilo de crianza, sus creencias
acerca de la educación, sus preocupaciones y
dudas sobre sus hijos, así como la forma de educarlos;
y comprende que su prioridad es cubrir sus
necesidades básicas. Es decir, asegúrate de que lo
que les transmitas responda a sus intereses, requerimientos
y contexto cultural. En el apartado “Estrategias
para impulsar la participación de los padres y
las madres de familia”, te decimos qué puedes hacer
para conocerlos más.