Letra - Biblioteca Digital - Universidad Católica Argentina
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estatuto que ella atribuye a sus personajes : son ellos mismos inasibles; en ciertos<br />
momentos, se puede estar seguro de que es el autor quien habla por su<br />
boca, o eventualmente alguno de sus amigos; en otros, no se tiene delante<br />
sino un campesino italiano un poco desbastado o engalanado; lo más a menudo<br />
se ignora quién se tiene en frente, formas indecisas, bocas que se prestan a<br />
todas las voces, mundo al que sólo el arte da forma y rigor" 16 . A menudo la<br />
filología se ha preguntado quiénes son o qué significan estos personajes, si son<br />
pastores auténticos o mera imitación de los de Teócrito, o si son ciudadanos<br />
disfrazados de pastores. Mme. Guillemin, que juzga no auténticas las criaturas<br />
teocritianas, ve las de Virgilio semejantes a campesinos mantuanos 17. Pero lo<br />
cierto es que tales personajes no interesan a este tipo de poesía en su función<br />
pastoril, que es un pretexto, sino en su virtual capacidad para la música y el<br />
canto. Esta misma autora estima que varios de los pastores virgilianos pueden<br />
considerarse tipos: "el seco Títiro, el triste Melibeo, el celoso Menalcas, el<br />
conmovedor Meris; Galo mismo, al que no disimula sin embargo ningún seudónimo,<br />
no es ya Galo, sino un pastor de Arcadia traicionado por el amor, turbado<br />
por la traición y a quien la naturaleza entera se preocupa por consolar y<br />
devolver a la razón" 18. Léon Herrmann 19 quiere demostrar que todos los pastores<br />
virgilianos son seres de la vida real, del contorno de Virgilio, en lo cual<br />
éste seguiría a Teócrito y precedería a Calpurnio Sículo, bucólico latino que<br />
vivió a mediados del siglo I d. C.<br />
Característica interesante y novedosa de esta poesía es el canto amebeo,<br />
que se concreta en los idilios V a IX de Teócrito y en las églogas III, V, VII<br />
y, en alguna medida, en la VIII de Virgilio, así como en la II y, también<br />
hasta cierto punto, en la VI de Calpurnio Sículo, en la I anónima del manuscrito<br />
de Einsiedeln publicada por H. Hagen en 1869, y en la IV de Nemesiano<br />
de Cartago.<br />
Esta singular forma de canto, difundida por todas las latitudes y vigente<br />
aún hoy, ha sido definida por Servio: "Amoebaeum est... quotiens qui canunt<br />
et aequati numero uersuum utuntur et ita se habet ipsa responsio ut aut maius<br />
aut contrarium aliquid dicat"2°. Aunque no siempre los poetas han respetado<br />
juiciosamente esta norma.<br />
Si bien los orígenes de la poesía bucólica han podido rastrearse en un<br />
remoto pasado mitológico, s farmadialogada en contrapunto pudo verificarse<br />
16 JACQUES PERRET, Virgile, l'homme et l'oeuvre. París, Boivin, 1952, p. 35.<br />
17 Conf., op. cit., p. 61.<br />
18 A. M. GuiLLE~, op. cit., p. 24.<br />
19 LÉON HEBRMANN, Les masques et les visagés dans les Bucoliques de Virgile. París,<br />
PUF, 1952, p. 171.<br />
20 "Amebeo es... toda vez que quienes cantan no sólo emplean un número igual de<br />
versos sino también la propia respuesta se mantiene de manera tal que dice algo o más grande<br />
u opuesto" (Servio, ad. Buc., 111, 28).<br />
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