Subasta super especial Bicentenario

Adolfo Nigro
En “Cruz Oceánica” observamos en su composición
una tendencia a la simultaneidad en una suerte de
ensamble de formas y colores. El planteo estético fluye
entre la figuración y la abstracción, logrando así un lenguaje
barroco desbordante.
La importancia de esta obra radica en la descentralización
y multiplicación de los distintos puntos de vista,
a la manera del gran maestro Paul Klee. Esta descentralización
responde a la apertura del campo visual y de
una estructura; esta concepción de estructura es la premisa
teórica fundamental para todos los artistas seguidores
de Torres García. “Estructura, quiere decir, reconocimiento
de que en el fondo de todo reside la unidad.
Fuera de ese concepto todo es fragmentario, sin base”.
Para el artista esta noción fue el principio de una
serie de construcciones que estuvieron dirigidas por la
intención de lograr un ordenamiento plástico a través
de la relación entre las formas, las líneas y los colores,
sobre una base geométrica que tiene la función de otorgar
universalidad a la expresión.
Las vivencias del artista, sus viajes, el encuentro
con otras manifestaciones artísticas, cambios o variaciones
en su forma de vida constituyeron e influyeron
en su obra para lograr así una representación que tiene
que ver con un gran tejido. Este punto de inflexión en el
cual su mirada hacia las culturas indígenas del noroeste
argentino, el arte popular de México, las culturas mayas
y aztecas, el legado de Torres García, el regionalismo de
la pintura de Grela y Gambartes, las propuestas latinoamericanas
ligadas al surrealismo, principalmente las
de Wilfredo Lam y Roberto Matta fueron los resortes
intelectuales elegidos por Nigro para el desarrollo de
esta etapa pictórica.
Santa Fe, Argentina, 1942.
A principios del 50 emigró a Bs As. Estudió en la
ENBAMB y en la ESBAPP. Sus maestros más importantes
fueron Aurelio Macchi, Diana Chalukián, Héctor
Nieto, Antonio Pujía y Víctor Magariños. Sus primeras
pinturas, basadas en una figuración de planteos
heterogéneos, oscilante entre resultantes realistas y soluciones
sintéticas configuradas con manchas o líneas,
se vislumbran dos pilares de su producción: la percepción
del mundo real como punto de partida en la conformación
de la imagen y el empleo de los conceptos
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