Subasta super especial Bicentenario

Juan de Dios Mena
Juan de Dios Mena crea una galería iconográfica
de personajes autóctonos a través de la talla en madera,
que domina a la perfección. De formación autodidacta,
se coloca en el margen de la historia de la escultura argentina
y gana originalidad. Su escultura no está concebida
por los espacios libres, como los planteos de la escultura
contemporánea, ni para la estatuaria clásica; sus
formas están diseñadas para dar vida a sus personajes,
utilizando la madera de curupí, material preferido por
la ductilidad que le brindaba al artista.
Esta pieza titulada “1º Lección” pertenece a su segunda
etapa de escultor en la cual personifica a dos seres
que se tornan verídicos en sus primeros pasos de
baile.
Mena aumenta los rasgos más significativos, caras
anchas, chatas, los ojitos perdidos en la frente, los pómulos
salientes, los pies enormes. La expresividad de
esta escultura da lugar al humor festivo. La pareja que
se une en una bailanta y baila el chamamé uniéndose
por las cabezas. Movimiento y gracilidad se unen con la
incorporación de color en las formas.
La mirada de Mena hacia sus paisanos es de una
conmovedora ternura. Estos tipos populares que creó y
mostró por primera vez en la Galería Müller en la década
del 30, no se alejan de las sátiras de Daumier, de
las denuncias de Hernández o del tierno humor de los
gauchos de Estanislao del Campo, en un amplio espectro
cultural de reservas, marginadas entre las distorsiones
de lo popular y lo culto.
Sus trabajos en tridimensión, como su poesía, nos
revela a individuos ezbozados con una penetrante psicología
de la vida criolla o urbana, como lo haría también
nuestro gran pintor argentino Florencio Molina
Campos.