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Prilidiano Pueyrredón
La obra de Prilidiano Pueyrredón fue tan extensa
como variada. Fue retratista, cultivó el cuadro de género
rural y urbano, no desdeñó la naturaleza muerta y llegó
al cuadro histórico-militar después de haber pintado
desnudos.
Pero el pintor se destacó indiscutiblemente en el
trabajo del retrato, destino casi obligado para los pintores
antes de la difusión de la fotografía. Su principal
tarea como retratista la desempeñó entre 1859 y 1866.
Se dedicó con pasión y laboriosidad a retratar los personajes
de la aristocracia del viejo Buenos Aires a la cual
pertenecía, entre ellos a su amigo don Miguel de Azcuénaga,
Santiago de Calzadilla, doña Isidora Peralta
Ramos con su hijo Jorge y a muchos otros.
El retrato de Julia Sagasta Isla de Quirno, inspirado
en los retratos de la nobleza española realizados por los
hermanos Madrazo que nuestro artista pudo conocer
en su estadía europea, sintetiza lo mejor de su producción.
Durante muchos años esta obra perteneció al Dr.
José Antonio Quirno Costa, familiar de la retratada.
El libro sobre el artista, editado por la Academia
Nacional de Bellas Artes, realiza la siguiente descripción
de esta estupenda obra: “Retrato de tres cuartos.
La señora, de pie, perfilada hacia la derecha de la tela,
junto a una silla de armazón negra con respaldo tallado
y tapizada en azul, apoya su mano izquierda sobre
el mismo y la derecha en la cintura. De tez trigueña,
ojos pardos obscuros y pelo negro, viste traje de brocado
negro con ribetes blancos. De sus mangas, algo cortas,
salen puños de puntilla blanca, con lazos de cinta
violeta claro. El cuello es igualmente de puntilla blanca,
luciendo en su parte central un prendedor de oro ornado
por piedras, lleva largas caravanas de oro y un anillo
con brillantes en su mano izquierda. La figura se destaca
sobre un fondo marrón violáceo”.
Pueyrredón no fue un artista aislado en su época,
contemporáneos le fueron los artistas Carlos Enrique
Pellegrini y Raimundo Monvoisin, Ignacio Manzoni y
Juan Mauricio Rugendas. Con esto no se pretende decir
que existiera un ambiente artístico en Buenos Aires,
ambiente, en la acepción rigurosa del término, que supone
una cohesión espiritual, cultura de hondo arraigo,
individualidad estilística elaborada a lo largo de centurias;
nada de eso ofrecía ni podía ofrecer la sociedad
porteña de esos años. Pero sí, nuestros primeros pintores
tuvieron como maestros a los pintores europeos
que en su mayoría traían con la acción de su práctica un
ejemplo fecundo, que educaron y guiaron las primeras
afirmaciones de la vida nacional.
Antecedentes
Procedencia
Ex colección Dr. José Antonio Quirno Costa, Buenos
Aires (hacia 1930).
Principales publicaciones
La obra se halla reproducida en el diario La Prensa, febrero
de 1930, en el libro “Prilidiano Pueyrredón” por Ignacio
Gutiérrez Zaldívar, Editorial Atlántida, pág. 34 y 35.
Monografía “Pueyrredón” por Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Colección
Genios de la Pintura, Editorial Perfil 4-11-2000.
Libro “40 Maestros del Are de los Argentinos” por Rafael
Squirru, Ediciones Zurbarán pág. 256.
Libro “100 pintores del arte de los Argentinos”, año 2006
pág. 141, Ediciones Zurbarán.
Catálogo de la Exposición en el Museo Nacional de Arte Reyna
Sofía, Madrid, España, diciembre de 2000, pág. 170.
Libro ”Prilidiano Pueyrredón”, año 1999, Ediciones Banco
Velox, pág. 103.
Buenos Aires, Argentina, 1823-1870.
Pintor y Arquitecto, hijo del político militar Juan
Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias
Unidas del Río de la Plata. A los 15 años viaja
a Europa y Brasil junto a su familia. Probablemente
haya asistido a los cursos de la Academia Nacional de
Dibujo y Pintura de esa ciudad. En 1844, nuevamente
en Francia, estudia arquitectura en el Instituto Politécnico
de Paris y se contacta con lo más valioso de la pintura
francesa. En 1849 regresa a Argentina y comienza
su actuación como pintor retratista y de costumbres.