Subasta super especial Bicentenario

Pío Collivadino
El más importante acontecimiento en Buenos Aires
fue la celebración, en 1910, de la Exposición Internacional
de Arte. La muestra, conocida como Salón del
Centenario, fue el comienzo de nuestro Salón Nacional,
que a partir del año siguiente se efectuaría anualmente,
siendo la muestra más importante realizada hasta ese
momento.
En aquella ocasión se recibieron el envío de catorce
países invitados por nuestro gobierno y los más importantes,
hasta por número, los provenientes de España y
Francia. El público porteño tuvo ocasión de ver obras
de Monet, Renoir, Bonnard, Marquet, Vouillard, Odilón
Redon, junto con otros nombres más tradicionales
o menos conocidos.
Era el Impresionismo y el Postimpresionismo, que
llegaban a Buenos Aires en un envío oficial francés.
Significaba, pues, la convalidación y el reconocimiento
a la solitaria lucha de Malharro, y es indudable que esta
muestra debió haber orientado voluntades hacia una
visión nueva.
En la Sección Argentina del Salón del Centenario
figuraron los nombres de la talla de Alice, Bermúdez,
Caraffa, Cupertino del Campo, Daneri, Giudice, Guttero,
Navazio, Quirós, Ripamonte, Alberto María Rossi,
Sivori y quien nos ocupa, Pío Collivadino. Es por
ello que se incluye en nuestra Subasta del Bicentenario.
Ha sido el fundador del Grupo Nexus, entre sus
premisas fundamentales estaba la defensa y revalorización
del paisaje argentino.
Collivadino pintaba a “plain air”, recorriendo las
calles de Buenos Aires con una vieja ambulancia tirada
por un caballo, su “taller rodante” que estacionaba
donde el paisaje lo atrapaba. Las esquinas porteñas, las
calles de Barracas, San Telmo y el Riachuelo inspiraron
sus cuadros. Fue el pintor de la ciudad moderna
que crecía vertiginosamente. Sus pinturas testimonian
la transformación de Buenos Aires, por lo tanto, su producción
tiene no sólo valor artístico sino iconográfico.
Esta obra, titulada “Suburbio”, es la más representativa
de lo mejor de su producción. El pintor logra
captar la luz de este paisaje utilizando una paleta que
responde a las premisas impresionistas, creando una
atmósfera propia de los dictados del estilo arribados a
nuestras tierras.
Buenos Aires, Argentina, 1869-1945.
Estudia en la Societá Nazionale Italiana de Buenos
Aires, con el maestro Luzzi. Posteriormente estudia
con Francisco Romero en la Asociación Estímulo
de Bellas Artes. En el año 1899 ingresa en la Academia
de Bellas Artes de Roma. En la misma ciudad estudia
y pinta con la técnica del fresco, con César Mariani, y
colabora en los frescos del Palacio de Justicia de Roma
junto con César Maccari. Regresa a Buenos Aires y es
nombrado Director de la Academia Nacional de Bellas
Artes desde 1908 hasta 1935. Fué el creador de los talleres
de Escenografía, Fresco y Aguafuerte y profesor
titular de los mismos. También Jefe del taller de Deco-