república del ecuador - Repositorio Digital IAEN - Instituto de Altos ...
república del ecuador - Repositorio Digital IAEN - Instituto de Altos ...
república del ecuador - Repositorio Digital IAEN - Instituto de Altos ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
80<br />
CAPITULO V<br />
LA CONTAMINACION EN LA CIUDAD<br />
5. EL AIRE<br />
Inevitablemente tenemos que respirar: es la única forma <strong>de</strong><br />
mantenernos con vida. Al hacerlo, el ser humano inhala alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 15<br />
kilogramos <strong>de</strong> aire al día, seis veces más kilos <strong>de</strong> los que necesita <strong>de</strong><br />
agua, diez veces más <strong>de</strong> lo que necesita para alimentarse.<br />
Pero este mismo aire que necesitamos para la vida hoy por hoy nos<br />
está conduciendo a la muerte. Está plagado <strong>de</strong> contaminantes que<br />
producen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s crónicas, taras mentales, cáncer, hasta<br />
efectivamente la mismísima muerte. En Quito, el 82% <strong>de</strong> esos<br />
contaminantes salen <strong>de</strong> los escapes <strong>de</strong> los vehículos y se expan<strong>de</strong>n en la<br />
atmósfera que respiramos, penetran inmediatamente en nuestro cuerpo y<br />
van directamente a nuestra sangre, a nuestros pulmones, a nuestro<br />
cerebro.<br />
El smog mató en Londres en poquísimos días a varios miles <strong>de</strong><br />
personas. Era el invierno <strong>de</strong> 1952, el mes <strong>de</strong> diciembre y la ciudad estaba<br />
envuelta por una gruesa niebla que pronto cubrió gran parte <strong>de</strong> Inglaterra.<br />
La bruma era negra, la visibilidad casi nula y el aire olía a azufre. La<br />
niebla duró una semana y durante ese lapso murieron 4 mil personas.<br />
Muchas <strong>de</strong> ellas eran ancianos; otras sufrían <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s<br />
cardíacas o respiratorias crónicas. Esta cifra constituye el número más<br />
gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> víctimas <strong>de</strong> un solo episodio <strong>de</strong> contaminación atmosférica<br />
que se haya registrado jamás en la historia 8 .<br />
El mismo sentido común sugiere que contaminantes capaces <strong>de</strong><br />
oscurecer la pintura <strong>de</strong> las casas, <strong>de</strong>sintegrar estatuas <strong>de</strong> piedra, corroer