26.04.2016 Views

Mujeres Diversas. Miradas feministas

Mujeres Diversas. Miradas feministas www.editorialdestiempos.com

Mujeres Diversas. Miradas feministas www.editorialdestiempos.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mujeres</strong> diversas. <strong>Miradas</strong> Feministas<br />

piropos ofensivos, agresiones, violaciones y feminicidios comprueban que<br />

una violencia no excluye la otra). Desde las niñas de secundaria ofendidas<br />

por muchachitos que en el recreo construyen su machismo en el juego del<br />

rechazo público a las niñas que les gustan, hasta las universitarias que<br />

esperan que les llame el compañero con el que acaban de pasar una intensa<br />

y rica noche de sexo, la mayoría de las mujeres piensa que no ser<br />

requerida implica no ser amada. En ello intervienen los tabúes hacia la<br />

acción de requerir por parte de las mujeres. Y también otras formas de<br />

violencia: a muchas mujeres en alguna ocasión sus novios, amantes o maridos<br />

les han castigado el deseo y el goce sexual tachándolas de exigentes,<br />

voraces o insaciables. Es decir, han transformado su poca performatividad<br />

sexual (o, paradójicamente, el deseo y el gusto que su buena performatividad<br />

despierta) en una excusa para la ofensa. “Hoy no tengo ganas” no<br />

ofende, mientras “eres insaciable” implica una condena moral mediante el<br />

rechazo de la expresión sexual femenina. Los hombres que se sentirían<br />

rebajados por admitir que no tienen ganas, se sienten con derechos a<br />

limitar las ganas de una mujer. El problema estriba en que, tras décadas<br />

de reclamo y reivindicación de una sexualidad liberada de los tabúes relativos<br />

al orgasmo múltiple (de piel, de clítoris, de vagina, de fantasía, de<br />

excitación de los pezones u otras zonas erógenas), seguimos sintiéndonos<br />

culpablemente ninfómanas si en la afectividad exigimos nuestro derecho al<br />

goce físico y recurrimos a la renuncia sexual para evitar caer en la dependencia<br />

afectiva de una sola persona.<br />

En medio siglo de liberación de las mujeres, las <strong>feministas</strong> no hemos<br />

podido acabar con la violencia misógina en las relaciones amorosas (ni<br />

siquiera cuando son lésbicas). La filósofa argentina Ana María Bach, en su<br />

reciente libro Las voces de la experiencia. El viraje de la filosofía feminista<br />

(2010), propone, entre otras cosas, dirigir la mirada a la voz universal del<br />

sujeto de la Modernidad (sujeto implícitamente activo y masculino) desde<br />

el conjunto de las experiencias de las mujeres. Estas experiencias nos<br />

110

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!