Mujeres Diversas. Miradas feministas
Mujeres Diversas. Miradas feministas www.editorialdestiempos.com
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<strong>Mujeres</strong> diversas. <strong>Miradas</strong> Feministas<br />
tación a la seducción femenino. Para ello, el sistema ha invertido en la<br />
propuesta —que ofrece de manera reiterada, casi obsesiva en el cine, la<br />
televisión, la publicidad, el teatro y la literatura— de modelos femeninos<br />
dependientes del amor para reforzar la educación de apropiación de los<br />
hombres (y de las lesbianas partícipes del modelo de masculinidad<br />
dominante). La divulgación por todos los medios de estereotipos de belleza<br />
femenina racistas y clasistas imposibles o difícilmente alcanzables (mujeres<br />
blancas, o negras y asiáticas con rasgos occidentales, flacas pero alimentadas,<br />
altas, maquilladas y ajenas al mundo social) constituye un<br />
bombardeo constante del por qué los hombres tienen el derecho a perpetuar<br />
sus modelos de seducción.<br />
De ahí que nueve de cada diez mujeres que se atreven a compartir el<br />
relato de sus experiencias de violencia, aun las más extremas, dan cuenta<br />
de periodos de seducción que se interponen entre dos sucesos violentos. El<br />
muchacho que desaparece de manera injustificada de la vida de una adolescente<br />
y tres meses después le envía un ramo de flores o llega a su<br />
puerta con un libro de poemas para decirle que nunca la ha olvidado,<br />
actúa exactamente como el marido que golpea con una plancha a su esposa<br />
para luego llevarla llorando al hospital pidiéndole al doctor que la salve<br />
porque no puede vivir sin ella.<br />
Las experiencias de estas mujeres (y el reconocer en ellas una parte<br />
de nuestras propias experiencias) nos urgen un cambio en nuestra educación<br />
afectiva. No se trata de renunciar a la actividad sexual y al afecto<br />
(renuncia que gozosamente han asumido muchas de mis amigas, sobre<br />
todo las mayores de 50 años) para no tener que renunciar a la propia libertad<br />
de movimiento, expresión y reflexión; más bien se trata de ocuparnos<br />
de una educación afectiva que no implique que las mujeres se vean forzadas<br />
a una actitud determinada por la voluntad de otra persona.<br />
Entre los muchos motivos del regreso al pequeño grupo y al diálogo<br />
del entre-mujeres feminista en la década de 2010, está la necesidad de<br />
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