26.04.2016 Views

Mujeres Diversas. Miradas feministas

Mujeres Diversas. Miradas feministas www.editorialdestiempos.com

Mujeres Diversas. Miradas feministas www.editorialdestiempos.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mujeres</strong> diversas. <strong>Miradas</strong> Feministas<br />

tación a la seducción femenino. Para ello, el sistema ha invertido en la<br />

propuesta —que ofrece de manera reiterada, casi obsesiva en el cine, la<br />

televisión, la publicidad, el teatro y la literatura— de modelos femeninos<br />

dependientes del amor para reforzar la educación de apropiación de los<br />

hombres (y de las lesbianas partícipes del modelo de masculinidad<br />

dominante). La divulgación por todos los medios de estereotipos de belleza<br />

femenina racistas y clasistas imposibles o difícilmente alcanzables (mujeres<br />

blancas, o negras y asiáticas con rasgos occidentales, flacas pero alimentadas,<br />

altas, maquilladas y ajenas al mundo social) constituye un<br />

bombardeo constante del por qué los hombres tienen el derecho a perpetuar<br />

sus modelos de seducción.<br />

De ahí que nueve de cada diez mujeres que se atreven a compartir el<br />

relato de sus experiencias de violencia, aun las más extremas, dan cuenta<br />

de periodos de seducción que se interponen entre dos sucesos violentos. El<br />

muchacho que desaparece de manera injustificada de la vida de una adolescente<br />

y tres meses después le envía un ramo de flores o llega a su<br />

puerta con un libro de poemas para decirle que nunca la ha olvidado,<br />

actúa exactamente como el marido que golpea con una plancha a su esposa<br />

para luego llevarla llorando al hospital pidiéndole al doctor que la salve<br />

porque no puede vivir sin ella.<br />

Las experiencias de estas mujeres (y el reconocer en ellas una parte<br />

de nuestras propias experiencias) nos urgen un cambio en nuestra educación<br />

afectiva. No se trata de renunciar a la actividad sexual y al afecto<br />

(renuncia que gozosamente han asumido muchas de mis amigas, sobre<br />

todo las mayores de 50 años) para no tener que renunciar a la propia libertad<br />

de movimiento, expresión y reflexión; más bien se trata de ocuparnos<br />

de una educación afectiva que no implique que las mujeres se vean forzadas<br />

a una actitud determinada por la voluntad de otra persona.<br />

Entre los muchos motivos del regreso al pequeño grupo y al diálogo<br />

del entre-mujeres feminista en la década de 2010, está la necesidad de<br />

112

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!