Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)
Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)
Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Sólo</strong> <strong>un</strong> <strong>escarabajo</strong> (<strong>Luis</strong> <strong>Alberto</strong> <strong>Battaglia</strong>)<br />
-No sé... siempre algún médico hay... ¡bueno!, yo no sé mucho de literatura.<br />
-lmagínese usted si hubiera habido <strong>un</strong> médico en Romeo y Julieta, tal vez Julieta no se hubiera<br />
muerto con el veneno y Romeo no se hubiera clavado <strong>un</strong> cuchillo y Seakespeare hubiera quedado<br />
como <strong>un</strong> imbécil... de Hollywood.<br />
-Discúlpeme pero Hollywood ha producido grandes cosas.<br />
-Si, <strong>Luis</strong>, no sé por qué me hacés decir eso de Hollywood.<br />
-Bueno, está bien, perdón Hollywood, fue <strong>un</strong> acto fallido.<br />
Nos moriremos, lector querido,.tú v yo,.es cierto (yo tal vez ya esté muerto ahora, o tal vez no),<br />
pero ahora (también ahora porque existen dos ahoras, por lo menos dos) estamos vivos y (cómo<br />
dicen) quién nos quita lo bailado o sencillamente...<br />
-No <strong>Luis</strong>, las llaves están en la repisa.<br />
-¿Cómo?<br />
-No, no hablo con vos.<br />
Dos veces fui a ver a Racing Club, pero después me conforme con la televisión o la radio.<br />
-¿Existe el fútbol?<br />
-No sé, ¿no puse algo de fútbol?<br />
-No me acuerdo.<br />
-Yo tampoco... me parece que no.<br />
Existe gente que, encerrada en <strong>un</strong> rincón oscuro de su propia vida, ama a los personajes de las<br />
novelas como en “La rosa púrpura del Cairo” del gran Woody. Y esa gente, también, suele aferrarse<br />
de ese gran mito de la humanidad, de la más fabulosa de las creaciones, de ese ser vivo inexplicable,<br />
irreductible a la razón (como todo sentimiento, como todo sueño), de esa espectacular condensación<br />
de belleza, bondad y justicia, de esa fuente inagotable de dicha, consuelo, emoción, impulso, de esa<br />
fantasía milenaria, y en definitiva tienen razón (porque todo el que ama tiene razón).<br />
Es de noche, estoy en <strong>un</strong>a habitación, con mi esposa, en la televisión del living está sonando<br />
"Los sonidos del silencio" de Simón and Garf<strong>un</strong>quel, la primera vez que escuché esa canción fue en<br />
Marzo de 1979, en la casa de <strong>un</strong>a chica (entonces c chica) que luego amé y en <strong>un</strong> noviazgo<br />
tormentoso y breve me dejó <strong>un</strong> gusto amargo en el alma y a la vez <strong>un</strong> gusto dulce, dulce como sus<br />
ojos; a ella, Ana María, a quien luego llamé “la chica de la muñeca”, le dedico este libro ¿Y saben por<br />
EDICIONES BATTAGLIA 1 105