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Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)

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~¡Gracias <strong>Luis</strong>!<br />

<strong>Sólo</strong> <strong>un</strong> <strong>escarabajo</strong> (<strong>Luis</strong> <strong>Alberto</strong> <strong>Battaglia</strong>)<br />

Lector, te propongo <strong>un</strong> minuto de silencio por la muerte de este personaje desconocido<br />

(.......................) Gracias <strong>Luis</strong>.<br />

En fantasía no existían los países, era (por decirlo así) todo <strong>un</strong> mismo país; todos los cargos<br />

políticos eran no rem<strong>un</strong>erativos; no existían los impuestos, ni la jubilación, ni el estado; tres empresas<br />

líderes manejaban la economía de todo el planeta. Juan (el joven) era empleado de <strong>un</strong>a de esas<br />

empresas llamada Pantazisto. Allí se encargaba de engrasar los alantrenques para el adalargo.<br />

En <strong>un</strong>a ocasión, mientras engrasaba el último alantrenque del escalopio, entró <strong>un</strong>a joven<br />

(Juliana) y le preg<strong>un</strong>tó por las espinas: ¿Quién camina? ¿Quién camina? contestó Juan cortésmente y<br />

luego ¿qué precipita?<br />

-Un gran ananfaje.<br />

-¿Llueve afuera?<br />

-Y adentro (contestó Juliana).<br />

-Es <strong>un</strong> insípido (agregó Juan).<br />

-Definitivamente (sentenció Juliana).<br />

-Después de todo.<br />

-Antes que nada.<br />

-¿Comprobado en banderines?<br />

-Como el pantalón.<br />

-Antes la rosa blue<br />

-Pero disipa.<br />

-¡Buena estrategia!<br />

-¡Más que tal!<br />

Juan desenvainó el crictófono y amenuó <strong>un</strong> respatio. Lejos, en el circulantor de afesin tajo, se<br />

arrumarraba el cactus. Era tarde, muy tarde para el cripacio. Abrió <strong>un</strong> gran entifez de adepalina, triste,<br />

desarraigó su criptapasio (ese gran anicabús de invierno) y acuartilló el resfulio. De inmediato bajaron<br />

todas las antelactitas como caídas de pronto. No habría más anicadubes en la tarde, de esos que<br />

dilataban. Las flores, la berbena, el empellado, la tremfulla, y sobre todo esas lágrimas.<br />

EDICIONES BATTAGLIA 1 126

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