Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)
Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)
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-Grupo cero.<br />
-Factor.<br />
...<br />
-Cédula de identidad.<br />
...<br />
<strong>Sólo</strong> <strong>un</strong> <strong>escarabajo</strong> (<strong>Luis</strong> <strong>Alberto</strong> <strong>Battaglia</strong>)<br />
La novela estaba poniéndose pesada. Juan miró por la ventana, seguía lloviendo. Se sentía<br />
agotado de sus ensueños: de soñar <strong>un</strong> lector, <strong>un</strong> libro, <strong>un</strong>a realidad del lector.<br />
Sé que existes pero tú no lo sabes, sólo lo imaginas, lo deduces, lo supones. Juan también<br />
supone, deduce, e imagina que existe.<br />
Mirando por la ventana se sintió vacío, como si lo mejor de su alma se le escapara al otro lado<br />
del libro (perdón, del vidrio). La lluvia se presentía compleja, como los inmaculados labios de la aurora<br />
(linda frase ¿no?). Me han advertido que no hable con los lectores sino a través de mis personajes,<br />
porque sino (dicen) toman confianza y la novela se pierde. Una buena novela requiere autores de<br />
madera, o de bronce. Esas personas que me hicieron esa advertencia (aclaremos que no existen, son<br />
<strong>un</strong> recurso dialéctico, pero pueden existir) creen que ahora, por ejemplo, el que habla es el autor: yo<br />
digo que es <strong>un</strong> personaje. El autor (siempre, en toda obra literaria) es <strong>un</strong> supuesto necesario, el autor<br />
no existe.<br />
-El autor ha muerto, larga vida al autor.<br />
-Así ha de ser.<br />
-Así, ni más ni menos.<br />
-Pero, ¿donde dejé mis lentes?<br />
Era preciso designar las cosas, y así, se comenzaron a abrir los copos del otoño, en frases<br />
repentinas, de lluvia o de cristal; y yo, como <strong>un</strong> cerezo azul, presté mi alma.<br />
Me duele mucho este crepúsculo, tanto, que me parezco a las antorchas, tanto, que no he<br />
aprendido el clima de tus ojos.<br />
Por ellos he nacido, por ellos fluye mi sangre, por ellos, mi voz se ahonda en las palabras<br />
amor y poesía, por ellos hoy, por ellos, mantengo esta balsa, miro el reloj y descubro mi mano.<br />
Cerró su puño, para aferrar la vida, En la playa soledad, el mar espuma y frío, la arena lluvia, el<br />
horizonte nube, el sol <strong>un</strong> recuerdo, los ojos de Gabriela.<br />
EDICIONES BATTAGLIA 1 195