Sólo un escarabajo (Luis Alberto Battaglia)
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<strong>Sólo</strong> <strong>un</strong> <strong>escarabajo</strong> (<strong>Luis</strong> <strong>Alberto</strong> <strong>Battaglia</strong>)<br />
leer: Amanecía y el siempre sol iluminaba el mar cálido de <strong>un</strong> m<strong>un</strong>do en donde las mentes, estaban<br />
separadas en islas<br />
de bancos.<br />
Ella se rasca la cabeza. El hace <strong>un</strong>a preg<strong>un</strong>ta. Quiere ponerse la tiza en la boca. Hay <strong>un</strong> ruido<br />
Ella se zambulle en el mar, del olvido, desafiándolo o huyendo de él. Mientras nada, la angustia<br />
de olvidar todo le acalambra el alma, yo no quería olvidar.<br />
Ella mira el reloj. El dice "vocal post6nica perdida” pero seguro, eso sí, que no está más<br />
perdida que yo (que vos).<br />
Todos olvidaban, y se volvían niños de agua, pero ella no, no debía, su mente quedaría en <strong>un</strong>a<br />
sencilla y redonda isla de piedra.<br />
aquí."<br />
Ella le dice algo a su compañera, ahora se pone la mano en la cara. El dice "bueno, dejamos<br />
Lo peor, pensaba yo mientras nadaba, es reducirse <strong>un</strong>icamente al presente y quedarse ahí,<br />
exactamente ahí, en el cuadradito de hoy.<br />
Ella se pone de pie, toma su bolsa. El profesor se va, dice “hasta el jueves” Ella se está yendo.<br />
Conversan, todas conversan. Se van, ella se queda. Me voy quedando solo.<br />
Sentía que se desarticulaba y las palabras e ideas le volaban como pájaros, era señal de que<br />
llegaba a tierra firme. Cruzó <strong>un</strong> barco deshecho, de quién sabe cuándo, porque el recuerdo y el olvido<br />
no había hecho...<br />
Fue inútil, Juan no pudo encontrar en este capítulo que escribo, ningún pie.<br />
Juan empezó a leer el capítulo XX, anterior a este: Juan miró por la ventana, el mar, la lluvia, la<br />
calle solitaria. Juan recordó tantos domingos(a<strong>un</strong>que era viernes).<br />
Dejó de leer. En <strong>un</strong> párrafo tan breve repetir <strong>un</strong> nombre era definitivamente <strong>un</strong> error, se lo dijo<br />
al autor pero éste no le hizo caso. No iba a permitirlo, la vida era de él y autor no tenía derecho a<br />
convertirla en aburrida. <strong>Luis</strong> no contestó, y amenazó a Juan con expulsarlo de la novela; como<br />
advertencia lo suspendió hasta el final del capítulo.<br />
Porque al fin de cuentas el autor soy yo y <strong>un</strong> personaje no va a decirme lo que tengo que<br />
hacer. Pero el muy... (perdón ).<br />
EDICIONES BATTAGLIA 1 84