sobre campos electromagnéticos
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128 Guía no vinculante de buenas prácticas para la aplicación de la Directiva 2013/35/UE <strong>sobre</strong> <strong>campos</strong> <strong>electromagnéticos</strong> — Volumen 1<br />
Pueden consultarse los detalles correspondientes a tales métodos en diversas normas<br />
y directrices internacionales, a saber, IEEE C95.3. (2002), Cenelec EN 50357 (2001),<br />
IEC 62226 (2001), IEC 62233 (2005), IEC 62110 (2009). Cuanto más complejo sea<br />
el procedimiento de obtención del promedio, mejor será la caracterización del campo<br />
no uniforme. Sin embargo, se acepta que, con fines de la evaluación del cumplimiento,<br />
la determinación de los valores de campo en un volumen o espacio proyectado puede<br />
ser complicada, ya que tales métodos precisan de numerosos puntos de muestreo.<br />
Los métodos de obtención de promedios lineales pueden ofrecer una representación<br />
adecuada de un campo electromagnético no uniforme y, por lo tanto, se recomienda en<br />
las siguientes secciones.<br />
a) Exposición a <strong>campos</strong> eléctricos y magnéticos entre 1 Hz y 10 MHz<br />
Los valores promediados en el espacio de la intensidad del campo eléctrico (E promedio<br />
)<br />
o de la densidad de flujo magnético (B promedio<br />
) se calcularán mediante el uso de las<br />
fórmulas siguientes:<br />
(Ecuación 1)<br />
(Ecuación 2)<br />
en la que n representa el número de ubicaciones y Ei y Bi representan, respectivamente,<br />
la intensidad de campo eléctrico y la densidad de flujo magnético medidas en la<br />
ubicación i.<br />
La posición de la línea a lo largo de la que debe promediarse el campo depende de<br />
si el valor promedio espacial resultante ha de compararse con un NA inferior, superior<br />
o de extremidades. Los NA superiores se establecen con el fin de proteger frente a la<br />
estimulación nerviosa periférica en la cabeza y el tronco. Por lo tanto, si se pretende<br />
comparar el valor E promedio<br />
o B promedio<br />
con el NA superior, bastará normalmente con<br />
realizar una exploración lineal sencilla de los <strong>campos</strong> a lo largo de la altura de la<br />
cabeza y el tronco, a través del centro de la zona proyectada. Los NA inferiores se<br />
establecen para proteger frente a efectos sensoriales en el sistema nervioso central<br />
de la cabeza. Por lo tanto, si se pretende comparar el valor E promedio<br />
o B promedio<br />
con el NA<br />
inferior, será adecuado, normalmente, realizar una exploración lineal sencilla de los<br />
<strong>campos</strong> a lo largo de la altura de la cabeza, a través del centro de la zona proyectada.<br />
Por último, los NA de extremidades se establecen con el fin de proteger frente a la<br />
estimulación nerviosa en las extremidades. Por lo tanto, si se pretende comparar el<br />
valor B promedio<br />
con el NA inferior, bastará normalmente con realizar una exploración<br />
lineal sencilla de los <strong>campos</strong> a lo largo de la altura de la extremidad, a través del<br />
centro de la zona proyectada.<br />
Según las recomendaciones, para la obtención del promedio espacial para las zonas<br />
de la cabeza, la cabeza y el tronco, y las extremidades suele ser adecuado efectuar<br />
una serie de no menos de tres mediciones con una distancia de separación uniforme.<br />
También son aceptables mediciones de campo adicionales, por ejemplo las obtenidas<br />
mediante el uso de equipos de registro de datos u obtención de promedios espaciales,<br />
y ofrecerían más datos <strong>sobre</strong> la distribución espacial del campo.