Misterio en el Caribe-Agatha Christie
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Digitalizado por Kamparina para Biblioteca-irc <strong>en</strong> Agosto de 2.003<br />
con su deber. No hay una animosidad personal <strong>en</strong> sus actos. Nadie<br />
ha podido p<strong>en</strong>sar ni por un instante que...<br />
K<strong>en</strong>dal se interrumpió bruscam<strong>en</strong>te.<br />
El doctor Graham hizo un significativo gesto.<br />
— Quiero dormir — dijo Molly.<br />
— Nada le irá mejor que eso — manifestó <strong>el</strong> doctor. Encaminóse<br />
hacia la puerta y los demás le siguieron.<br />
— Ya verá cómo duerme profundam<strong>en</strong>te durante varias horas.<br />
— ¿Qué cree usted que podría hacer yo ahora, doctor Graham? -<br />
preguntó a éste Tim, qui<strong>en</strong> hablaba con <strong>el</strong> tono ligeram<strong>en</strong>te<br />
apr<strong>en</strong>sivo que adopta casi siempre <strong>el</strong> hombre ante la <strong>en</strong>fermedad.<br />
— Quédese aquí si ése es su gusto -replicó Ev<strong>el</strong>yn amablem<strong>en</strong>te.<br />
-¡Oh, no! No me es posible...<br />
Ev<strong>el</strong>yn se aproximó al lecho.<br />
— ¿Desea que me quede un rato a hacerle compañía, Molly?<br />
Molly abrió los ojos de nuevo.<br />
— No — repuso.<br />
Tras una breve pausa agregó:<br />
— Tim... Sólo Tim...<br />
Éste tomó asi<strong>en</strong>to junto a la cama.<br />
— Aquí me ti<strong>en</strong>es, Molly -dijo su marido tomando una de sus manosvamos,<br />
duérmete. No pases cuidado que yo no me iré.<br />
Molly suspiró débilm<strong>en</strong>te.<br />
— Fuera ya d<strong>el</strong> «bungalow», <strong>el</strong> doctor se detuvo. Los Hillingdon le<br />
habían seguido hasta la <strong>en</strong>trada.<br />
— ¿Está usted seguro de que esa chica no necesitará de mí<br />
todavía? -le preguntó Ev<strong>el</strong>yn al médico.<br />
— No, no, gracias, señora. La compañía de su marido le hará bi<strong>en</strong>.<br />
De mom<strong>en</strong>to, eso es lo mejor. Mañana, quizás... En fin de cu<strong>en</strong>tas<br />
<strong>el</strong> hombre ti<strong>en</strong>e que dirigir <strong>el</strong> hot<strong>el</strong>. Desde luego, a Molly no<br />
debemos dejarla sola.<br />
— ¿Sería posible que llevase a cabo una segunda int<strong>en</strong>tona? —<br />
preguntó Hillingdon.<br />
Graham se frotó la fr<strong>en</strong>te.<br />
— Estos casos nunca se conoc<strong>en</strong> a fondo. No obstante, <strong>en</strong> <strong>el</strong> de<br />
Molly lo juzgo improbable. Como ustedes han podido ver, <strong>el</strong> método<br />
para lograr <strong>el</strong> restablecimi<strong>en</strong>to resulta desagradable <strong>en</strong> extremo.<br />
Claro, jamás se puede uno confiar. No hay modo de pisar aquí<br />
terr<strong>en</strong>o firme. ¿Y si Molly hubiera ocultado <strong>en</strong> cualquier rincón de su<br />
cuarto otro frasco de somnífero?<br />
— Jamás se me hubiera ocurrido p<strong>en</strong>sar que una muchacha como<br />
Molly fuese capaz de tomar tal decisión -declaró Hillingdon.<br />
Graham respondió secam<strong>en</strong>te: