Misterio en el Caribe-Agatha Christie
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Digitalizado por Kamparina para Biblioteca-irc <strong>en</strong> Agosto de 2.003<br />
Se calló, esperando la contestación.<br />
— Así es -dijo Greg-. No sé <strong>en</strong> realidad a qué hora fue asesinada<br />
esa jov<strong>en</strong>...<br />
Por la <strong>en</strong>tonación, las palabras de aquél parecían más bi<strong>en</strong> una<br />
pregunta. El inspector Weston, sin embargo, hizo como si no lo<br />
hubiera advertido.<br />
— T<strong>en</strong>go <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido que <strong>en</strong>contró <strong>el</strong> cadáver la señora K<strong>en</strong>dal. ¡Qué<br />
impresión tan terrible debió experim<strong>en</strong>tar!<br />
— Efectivam<strong>en</strong>te. El doctor Robertson tuvo que administrarle un<br />
calmante.<br />
-Eso ocurrió a una hora avanzada ya, ¿no?; es decir, cuando la<br />
mayor parte de los huéspedes se habían ido a la cama...<br />
-Sí.<br />
-¿Habían transcurrido muchas horas desde <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de su<br />
fallecimi<strong>en</strong>to? Me refiero al espacio de tiempo que medió <strong>en</strong>tre <strong>el</strong><br />
mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> asesinato y <strong>el</strong> macabro hallazgo de la señora K<strong>en</strong>dal.<br />
-No sabemos exactam<strong>en</strong>te a qué hora se produjo -declaró<br />
s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> inspector.<br />
- ¡Pobre Molly! ¡Qué experi<strong>en</strong>cia tan desagradable le ha tocado<br />
vivir! La verdad es que anoche la eché de m<strong>en</strong>os <strong>en</strong>tre nosotros.<br />
Me figuré que la habría ret<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> sus habitaciones alguna jaqueca<br />
o cualquier indisposición por <strong>el</strong> estilo.<br />
-¿Cuándo vio usted por última vez a la señora K<strong>en</strong>dal?<br />
-¡Oh! Muy temprano. Antes de regresar a mi «bungalow» para<br />
cambiarme de ropa. Estaba echando un vistazo a las mesas,<br />
dándoles los toques definitivos. Arreglaba los cubiertos, ponía un<br />
cuchillo <strong>en</strong> su sitio, etcétera.<br />
-Ya, ya...<br />
-La vi muy animada -señaló Greg-. Bromeó, incluso... Es una gran<br />
muchacha Molly. Todos la queremos. Tim es un hombre afortunado.<br />
-Bu<strong>en</strong>o, hemos de darle las gracias, señor Dyson. ¿No recuerda<br />
nada nuevo refer<strong>en</strong>te a la declaración de Victoria cuando le devolvió<br />
sus tabletas?<br />
-No recuerdo más de lo que le he contado. Habiéndole preguntado<br />
a esa chica dónde había hallado mi frasco de «Ser<strong>en</strong>ite», me<br />
contestó que <strong>en</strong> la habitación de Palgrave.<br />
-¿Quién lo pondría allí? ¿No t<strong>en</strong>ía <strong>el</strong>la ninguna idea acerca de eso?<br />
-No creo... En realidad, no recuerdo.<br />
-Muchas gracias, señor Dyson. Gregory se marchó.<br />
-¡Qué previsor! -exclamó Weston, tabaleando con las uñas de sus<br />
dedos índice y anular sobre <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> que t<strong>en</strong>ía d<strong>el</strong>ante-. Ese hombre<br />
ha demostrado ciertam<strong>en</strong>te un gran interés por darnos a conocer<br />
con toda exactitud lo que hizo anoche.