Misterio en el Caribe-Agatha Christie
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Digitalizado por Kamparina para Biblioteca-irc <strong>en</strong> Agosto de 2.003<br />
-Al «bungalow» de los K<strong>en</strong>dal -respondió miss Marple-. Creo no<br />
estar equivocada al afirmar que Molly no tardará <strong>en</strong> regresar a él.<br />
Molly subía por <strong>el</strong> camino, proced<strong>en</strong>te de la playa. Avanzaba con<br />
los ojos fijos <strong>en</strong> una imprecisa lejanía. De vez <strong>en</strong> cuando se<br />
escapaba de su boca un débil quejido...<br />
Acercóse al «bungalow», det<strong>en</strong>iéndose unos instantes. Luego abrió<br />
una v<strong>en</strong>tana y p<strong>en</strong>etró <strong>en</strong> <strong>el</strong> dormitorio de la casita. Hallábanse<br />
<strong>en</strong>c<strong>en</strong>didas las luces d<strong>el</strong> cuarto, pero allí d<strong>en</strong>tro no vio a nadie.<br />
Molly se aproximó a la cama, s<strong>en</strong>tándose <strong>en</strong> su borde. Así<br />
permaneció varios minutos. A veces se pasaba una mano por la<br />
fr<strong>en</strong>te, frunci<strong>en</strong>do <strong>el</strong> ceño.<br />
Después de mirar caut<strong>el</strong>osam<strong>en</strong>te a su alrededor rebuscó bajo <strong>el</strong><br />
colchón, extray<strong>en</strong>do de debajo de éste un libro. Lo abrió, pasando<br />
unas páginas, hasta dar con lo que <strong>el</strong>la quería.<br />
Llegó <strong>en</strong>tonces a sus oídos un rumor de pasos proced<strong>en</strong>tes d<strong>el</strong><br />
exterior. Con un rápido movimi<strong>en</strong>to ocultó <strong>el</strong> libro tras <strong>el</strong>la.<br />
Tim K<strong>en</strong>dal, jadeante, <strong>en</strong>tró, dando un profundo suspiro de alivio al<br />
verla.<br />
— ¡Gracias a Dios, Molly! ¿Dónde estabas? Te he buscado por<br />
todas partes.<br />
— Fui al río.<br />
— Fuiste a...<br />
— Sí. Fui al río. Pero yo no podía esperar allí... Me era imposible. Vi<br />
un cuerpo <strong>en</strong> <strong>el</strong> agua... Se trataba de un cadáver.<br />
— Quieres decir que... ¿Sabes? P<strong>en</strong>sé <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to que<br />
eras tú. No he hecho más que <strong>en</strong>terarme de que aquél era <strong>el</strong><br />
cadáver de Lucky.<br />
— Yo no la maté. De veras, Tim. Estoy segura de no haberla<br />
matado. Deseaba explicarte que... De haber hecho eso yo me<br />
acordaría, ¿verdad?<br />
Tim se s<strong>en</strong>tó l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la parte inferior d<strong>el</strong> lecho.<br />
— Tú no... ¿Estás segura de que...? No, no, ¡por supuesto que no la<br />
mataste! — K<strong>en</strong>dal había levantado la voz levem<strong>en</strong>te— . No<br />
empieces a decirte esas cosas, Molly. Lucky se ahogó. Nadie es<br />
culpable de eso. Hillingdon había reñido con <strong>el</strong>la. Lucky se tiró al río<br />
y...<br />
— Lucky no hubiera hecho eso nunca, ¡jamás! Pero... es cierto que<br />
yo no la maté. Juro que no la maté.<br />
— Pero, querida, ¡naturalm<strong>en</strong>te que no la mataste!<br />
Tim int<strong>en</strong>tó abrazar a Molly, pero ésta se apañó de él.<br />
— Odio este lugar. Debiera estar bañado <strong>en</strong> su totalidad por la luz<br />
d<strong>el</strong> sol. Sin embargo... No. Nada hay de eso. Veo una sombra, una