Misterio en el Caribe-Agatha Christie
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Digitalizado por Kamparina para Biblioteca-irc <strong>en</strong> Agosto de 2.003<br />
<strong>en</strong>fermedades, de la muerte, de los impuestos sobre la r<strong>en</strong>ta, de las<br />
tuberías de agua h<strong>el</strong>ada y demás cosas por <strong>el</strong> estilo. A los que<br />
pasan largas temporadas <strong>en</strong> estos sitios — prosiguió dici<strong>en</strong>do la<br />
secretaria de mister Rafi<strong>el</strong>, con una <strong>en</strong>tonación totalm<strong>en</strong>te distinta—<br />
no les agrada que les recuerd<strong>en</strong> que son mortales.<br />
Miss Marple dejó a un lado su labor.<br />
— Ésa es una gran verdad, querida, una gran verdad. Desde luego,<br />
ocurre como usted dice...<br />
— Ya ve que los K<strong>en</strong>dal son muy jóv<strong>en</strong>es — declaró Esther— . Este<br />
hot<strong>el</strong> pasó de las manos de los Sanderson a las suyas hace tan<br />
sólo seis meses. Andan terriblem<strong>en</strong>te preocupados. No sab<strong>en</strong> si<br />
triunfarán o no <strong>en</strong> esta av<strong>en</strong>tura, porque ninguno de los dos posee<br />
mucha experi<strong>en</strong>cia.<br />
— ¿Y cree usted que ese suceso puede llegar a ser para <strong>el</strong>los un<br />
gran inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te ?<br />
— Pues no, francam<strong>en</strong>te. En una atmósfera como la d<strong>el</strong> «Gold<strong>en</strong><br />
Palm Hot<strong>el</strong>» estas cosas no se recuerdan más allá de un par de<br />
días. Aquí se vi<strong>en</strong>e a disfrutar... Se lo he hecho ver así a Molly. No<br />
he logrado conv<strong>en</strong>cerla. Es que esa muchacha vive siempre<br />
preocupada. Cualquier minucia la saca de quicio.<br />
— ¿La señora K<strong>en</strong>dal? ¡Pero si yo t<strong>en</strong>ía de <strong>el</strong>la un concepto<br />
completam<strong>en</strong>te distinto!<br />
— Ya ve... La juzgo una criatura que vive <strong>en</strong> perpetua ansiedad —<br />
dijo Esther hablando l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te— . Es de esas personas que no<br />
están tranquilas nunca, que viv<strong>en</strong> siempre obsesionadas por la idea<br />
de que las cosas, fatalm<strong>en</strong>te, ti<strong>en</strong>e que salirles mal.<br />
— Yo hubiera p<strong>en</strong>sado eso mismo de su marido, no sé por qué a<br />
ci<strong>en</strong>cia cierta.<br />
— A mi juicio él, si anda abatido alguna vez, es porque la ve<br />
preocupada a <strong>el</strong>la.<br />
— Es curioso — murmuró miss Marple.<br />
— Estimo que Molly hace esfuerzos inauditos por aparecer cont<strong>en</strong>ta,<br />
satisfecha de estar aquí. Trabaja mucho y acaba exhausta. Por tal<br />
motivo pasa por terribles mom<strong>en</strong>tos de depresión. No es... Bu<strong>en</strong>o,<br />
no es una chica perfectam<strong>en</strong>te equilibrada.<br />
— ¡Pobre muchacha! — exclamó miss Marple— . Es verdad que hay<br />
personas que son así. Muy a m<strong>en</strong>udo, los que las tratan<br />
superficialm<strong>en</strong>te no se dan cu<strong>en</strong>ta de tales cosas.<br />
— El matrimonio K<strong>en</strong>dal disimula muy bi<strong>en</strong> su verdadero estado de<br />
ánimo, ¿no le parece? — inquirió Esther— . En mi opinión, Molly no<br />
debiera preocuparse tanto. Nada ti<strong>en</strong>e de particular que un hombre<br />
o una mujer, aquí o fuera de aquí, mueran a consecu<strong>en</strong>cia de una<br />
trombosis coronaria, una hemorragia cerebral u otras <strong>en</strong>fermedades