Misterio en el Caribe-Agatha Christie
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Digitalizado por Kamparina para Biblioteca-irc <strong>en</strong> Agosto de 2.003<br />
excesiva a esa historia fantástica (puede serlo, ¿no?) que le refirió<br />
una dama, ya de edad, de imaginación bastante viva? Ya sabe<br />
cómo son las mujeres <strong>en</strong>tradas <strong>en</strong> años. Acostumbran exagerar lo<br />
que v<strong>en</strong>, o lo que cre<strong>en</strong> ver, inv<strong>en</strong>tando cosas de paso.<br />
— Sí, lo sé... — contestó <strong>el</strong> doctor Graham, con cierto desasosiego—<br />
No he perdido de vista esa posibilidad. Pero no he logrado<br />
conv<strong>en</strong>cerme a mí mismo. Miss Marple me habló con toda claridad<br />
y precisión.<br />
— Yo, <strong>en</strong> cambio, dudo — aseguró Dav<strong>en</strong>try— . Dejemos a un lado la<br />
historia que cu<strong>en</strong>ta la vieja dama de la fotografía... Un bu<strong>en</strong> punto<br />
de partida para la investigación, <strong>el</strong> único, sería la declaración de la<br />
sirvi<strong>en</strong>ta indíg<strong>en</strong>a. Ésta sosti<strong>en</strong>e que un frasco de píldoras t<strong>en</strong>ido<br />
por las autoridades como prueba no se hallaba <strong>en</strong> la habitación d<strong>el</strong><br />
comandante Palgrave <strong>el</strong> día anterior a su muerte. Pero había mil<br />
maneras de explicar esto también. Existe la posibilidad de que la<br />
víctima acostumbrase guardar <strong>en</strong> cualquiera de sus bolsillos ese<br />
medicam<strong>en</strong>to, que le resultaba imprescindible.<br />
El doctor asintió.<br />
— Sí, desde luego, su razonami<strong>en</strong>to no es nada disparatado.<br />
— Puede tratarse, asimismo, de un error de la criada. Quizá no<br />
hubiese reparado nunca <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong> frasco.<br />
— También eso es posible.<br />
— Entonces, ¿qué?<br />
Graham bajó la voz, respondi<strong>en</strong>do l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te:<br />
— La chica se mostró muy segura de sus afirmaciones.<br />
— Bu<strong>en</strong>o. Usted t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que la g<strong>en</strong>te de St. Honoré su<strong>el</strong>e<br />
ser muy excitable y emotiva. Les cuesta muy poco trabajo inv<strong>en</strong>tar<br />
cosas. ¿Acaso pi<strong>en</strong>sa que <strong>el</strong>la sabe... más de lo que ha dado a<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der?<br />
— Pues..., sí.<br />
— En tal caso int<strong>en</strong>te sonsacarla. No podemos provocar cierta<br />
agitación innecesariam<strong>en</strong>te. Hemos de disponer de datos concretos<br />
para proceder así. Si <strong>el</strong> comandante Palgrave no murió a<br />
consecu<strong>en</strong>cia de su hipert<strong>en</strong>sión, ¿cuál cree usted que fue la causa<br />
determinada de su muerte?<br />
— ¡Pued<strong>en</strong> ser tantas realm<strong>en</strong>te! -exclamó <strong>el</strong> doctor Graham.<br />
— Se refiere usted a medios susceptibles de no dejar hu<strong>el</strong>la alguna,<br />
¿verdad?<br />
— En efecto. Podríamos considerar, por ejemplo, <strong>el</strong> empleo d<strong>el</strong><br />
arsénico.<br />
— Pongámoslo todo <strong>en</strong> claro... ¿Qué sugiere usted? ¿Que fue<br />
utilizado un frasco que cont<strong>en</strong>ía falsas tabletas? ¿Que algui<strong>en</strong> se<br />
valió de ese medio para <strong>en</strong>v<strong>en</strong><strong>en</strong>ar al comandante Palgrave?