L'intercompréhension et les nouveaux défis pour les ... - Galanet

hablantes era gente mayor, es decir, testigos o protagonistas de la transición
americana en estos pagos a principios del siglo veinte .
Estos hablantes hablaban el español decimonónico de Filipinas . Era el español
de la convivencia filipina con los colonizadores españoles que perduró
hasta la década de los sesenta, sobreviviendo a la colonización americana
(1898-1946), con un breve interludio con los invasores japoneses (1942-
1945), aliados con las Fuerzas del Eje (Alemania, Italia y España) .
Precisemos . Era el español, con todos sus modismos y sabor local, recibido
a través de los forjadores de los destinos de esta nación y recibido
por los padres de la nación, algunos de los cuales mamaron en español y
lo consideran lengua materna, como José Burgos, José Rizal, Marcelo H .
del Pilar, Félix Resurreción Hidalgo, Manuel L . Quezon, Claro M . Recto
o de los grandes literatos Fernando Ma . Guerrero, Jesús Balmori, Manuel
Bernabé Adelina Gurrea, etc . (Alinea: 1964) . Estos eran las grandes minorías
pero lamentablemente nunca han influido en la masa de forma masiva .
Ellos eran los forjadores de los destinos de la nación . no son los llamados
“masa”, los movedores del proceso dinámico de la historia . Eran la élite, o
los provocadores o manipuladores de la historia, por su lugar privilegiado
en la sociedad, vista la historia desde un punto de vista un tanto marxista o
dialéctico, es decir, los ilustrados (las clases educadas y con medios económicos)
que agitaron o manipularon (según se mire) a las masas, provocando
así la revolución que, a la postre, junto con la intervención americana, puso
fin al dominio español sobre este archipiélago .
El español decimonónico, una variante legítima del español y del mundo
o commonwealth (mancomunidad) hispánico, cuyas banderas adornan
la capilla de la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, en Zaragoza,
herencia lingüística de inestimable valor de casi cuatrocientos años de
convivencia, prácticamente ha desaparecido y se conservaba en familias de
abolengo español cuyas nuevas generaciones ya no hablan la lengua de sus
antepasados . El que suscribe estas líneas pertenece a una de estas familias y
se considera el último de los hablantes nativos del español de Filipinas que
dejó de evolucionar prácticamente en el otoño de la ocupación americana
de estas islas y que empezó a diluirse en el inglés recientemente adquirido,
sobre todo, a partir de la década de los cuarenta4 . Por este español decimo-
4. Es de rigor, a esta luz, desarrollar un estudio del spanglish filipino que se cristalizó a partir de
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