No. 50/1986

dista, exemplo de democrata que oferece espero que esta visita seja historica. Para
uma extraordinaria demonstracao de esfor- seu exito, convido a todas as argentinas e
co em favor dos ideais de liberdade no con- argentinos a que se unam aos sentimentos
tinente. das mulheres e dos homens brasileiros em
favor de uma grande amizade.
Saudo afetuosamente o povo argentino e
chegada do presidente jos6 sarney
buenos aires
DISCURSO DO PRESIDENTE
ALFONSIN
Sefior Presidente Jose Sarney:
RAUL
En nombre de1 pueblo argentino, le trans-
mito nuestra satisfaccion por recibir a
Vuestra Excelencia, extendiendole una cor-
dial, fraterna y calurosa bienvenida.
Todos 10s sectores de1 quehacer nacional,
han visto con alegria Ia evolucion politica
brasilefia, que ha consagrado Ia plena vigen-
cia de Ia libertad y Ia democracia en su gran
pa is.
Esa transformacion politica ha contado
con Ia orientacion de Vuestra Excelencia a
quien Ia coinunidad internacional reconoce
como un estadista.
Vuestra Excelencia ha conducido con ex-
trema prudencia, coraje y deterininacion Ia
vida politica y el destino de1 Brasil.
Sefior Presidente:
Quiero aprovechar esta oportunidad para
agradecer, ein noinbre de 10s argentinos su
mensaje al pueblo de nuestra Nacion, que
fue irradiado por todos nuestros inedios de
coinunicacion, mensaje que sensibil izo a 10s
hoinbres y inujeres de ini Patria.
Discursos dos Presidentes Raul Alfonsln e Jose Sarney, em
Buenos Aires, em 28 de julho de 1986, logo apos o
desembarque do Presidente brasileiro no aeroporto de Ezelze.
Quiero, asiinismo, inanifestarle que nuestro
pueblo aguarda con gran expectativa 10s re
sultados de nuestras conversaciones, cons-
ciente de que su visita tiene un significado
de alto contenido historico.
Su visita viene a traducir en acciones con-
cretas y positivas el programa de integra-
cion y cooperacion economica entre Ia Re-
publica Argentina y Ia Republica Federati-
va de1 Brasil, expresibn de Ia voluntad poll-
tica manifestada en Ia declaracion de Igua-
zu.
En Iguazu, comprobamos personalmente
que nuestras Naciones estaban herinanadas
en Ia practica de Ia paz, Ia libertad, Ia justi-
cia y Ia democracia, asl como en el escrupu-
loso respeto por 10s derechos humanos.
Todo ello nos acercaba, y nos permitia vis-
lumbrar un futuro comun.
Nunca en Ia historia de nuestras Naciones,
tuviinos objetivos nacionales tan coinciden-.
ies. Ellos se sintetizan en Ia voluntad co-
mun de definir una politica global de cres-
ciiniento.
Durante 10s meses que precedieron a vues-
tra visita, nuestros gobiernos han trabajado
intensamente para definir Ias caracterlsticas
de un priiner paso concreto hacia Ia integra-
cion economica de nuestras Naciones.
Nuestros dos palses coinciden en que el
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