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Solemnidad: Natividad del Señor. Cicl - Autores Catolicos

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HISTORIA<br />

II-5<br />

Aniversario 28 de diciembre de 1520<br />

El 28 de diciembre de 1520, sale hacia Méjico desde<br />

Txacala, Cortés para su segunda (3ª?) conquista de<br />

Méjico. Marcha por el camino más agro.<br />

“Salió a la cabeza de las tropas, yendo a pernoctar<br />

a Tezmulocan, en la llanura al este de la sierra que lo<br />

separaba de la laguna. Al día siguiente, “habiendo oído<br />

misa y encomendándonos”, siguieron camino puerto<br />

arriba, pasando una noche muy fría, ya en territorio<br />

mejicano; y el treinta, que era domingo, comenzaron el<br />

descenso tan difícil y peligroso, que iba a exigir toda<br />

su paciencia, y valor, así como el arte de sus jinetes,<br />

pues el camino, agro y fragoso como el que más por<br />

naturaleza, se hallaba además cortado y recortado por<br />

el enemigo con barricadas de troncos de árboles. Hubo<br />

cierta vacilación, aun en los más bravos, al ver que el<br />

terreno se prestaba tan mal a la lucha, pero Cortés<br />

hizo pasar palabras de estímulo y de ánimo hasta la<br />

retaguardia, y poco después se hallaron ya en terreno<br />

abierto. Parece que Guatemocín no los esperaba por<br />

aquel lado, pues de otro modo quizá no hubieran podido<br />

salir con vida de un puerto tan estrecho y de tan fácil<br />

defensa”.<br />

“En cuanto salieron de aquel mal paso. Cortés hizo<br />

un alto, tanto para descanso corporal de la tropa como<br />

para uno de aquellos momentos de meditación y retorno<br />

sobre sí con que de vez en cuando hacía que su ejército<br />

tomase conciencia de su ser y de su obra. Allí rogó a<br />

sus soldados que diesen gracias a Dios por haberles<br />

traído a salvo donde ya se hallaban, a vista de la<br />

laguna que todos contemplaron con gran placer y con la<br />

melancolía de tantos amigos y bienes como en ella<br />

habían perdido. De esta contemplación surgió espontánea<br />

promesa “de nunca de ella salir sin victoria o dejar<br />

allí las vidas. Y con esta determinación –escribe a<br />

Carlos V- íbamos todos tan alegres como si fuéramos a<br />

cosa de mucho placer”. (Madariga: H, Cortés,c XXV).<br />

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