Solemnidad: Natividad del Señor. Cicl - Autores Catolicos

SOCIEDAD
I-6 El budismo es incompatible
César Vidal no acaba de entender que los santos de
Dios son de Dios, son deificados, por lo cual, en
virtud de su comunión con Dios (en Dios) son dignos de
ser adorados en cuanto que son deificados, y esos seres
que no son dioses sí forman parte por gracia, (amistad
o donación divina) de la familia natural de Dios.
¿Quién puede impedir a Dios hacer de los hombres hijos
en el Hijo? De otro modo qué es el cielo, ¿es un teatro
con un estrado y un patio de butacas?
“El budismo es politeista (1), no cree en un Dios
absoluto y contiene su propia visión del cosmos, de la
condición humana y de la salvación, todas ellas
distintas e incompatibles con el monoteísmo, con la fe
en un Dios único, amoroso y creador del mundo y con una
vía de salvación como la contenida...”. Todos estos
términos son pura anfibología: el budismo no es más que
una desesperación que hay que aceptar sin frío ni
calor. Pero el uso de las palabras salvación, dios,
mundo etc. No tiene entidad, es una magma amorfa e
insustanciada, y despersonalizada. Lo peor de oriente
es la desesperación, la indefinición de la persona como
algo sagrado y digno de ser tomado en cuenta, por
cuanto Dios mismo se acercó a ella y le ofrece su mismo
ser. Esto el protestantismo también lo deja al albur de
un teatro. (Cesar Vidal: Buda, El Príncipe, Plaza y
Janés)
Nota 1. En sentido muy dificultoso puede creerse esto,
puesto que el sentido del sujeto, bien sabe el autor
que, ha quedado destrozado. Pero sigue con afán de
darle patadas a la lata.
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