Solemnidad: Natividad del Señor. Cicl - Autores Catolicos

ESTUDIO
VI-I-6
Apuesta para beber toda el agua de los
mares.
Cierto día en un festín estudiantil en Atenas uno, de
familia adinerada, bastante bebido, hizo una enorme
apuesta en la cual es se comprometía a beberse el agua
del mar y si no lo hacía perdía toda su fortuna.
Era evidentemente imposible.
Una vez cerrada la apuesta y habiendo recobrado la
sensatez y lucidez, por el filtro de la resaca, vino en
sí y asombrado corrió a casa de Esopo, el ingenioso en
quien buscará solución la irrefrenable miseria que
sobre él se cernía.
Nada amigo, no te preocupes. Tú has apostado tu
fortuna contra los capitales de tus amigos. Si te
bebías el agua del mar ganabas tú y si no perdías. Pues
bien: pon al lado del mar unas mesas con jarras y
reúnelos así para realizar la apuesta.
Así fue se reunieron todos en la playa. Y les dijo:
yo he prometido beberme el agua del mar. Estoy
dispuesto a hacerlo pero antes vosotros tenéis que
sacar todas las aguas de los ríos y arroyos que están
en él y que siguen fluyendo a él.
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