Solemnidad: Natividad del Señor. Cicl - Autores Catolicos

SOCIEDAD
I-6
La masonería rechazada como subversiva
y herética.
“Ya en 1737 Luis XV de Francia proscribió la
masonería. Actuó así, en parte, porque captaba su
entramado doctrinal nada compatible con el del
catolicismo y, en parte y quizá de manera principal,
porque tampoco se le escapaba el potencial subversivo
que se oculta en cualquier sociedad secreta (1).
“Al año siguiente, el 28 de abril, el papa Clemente
XII se manifestó también en contra. El documento papal
prohibía taxativamente a los católicos pertenecer a la
masonería so pena de excomunión y fundamentaba la
sanción en consideraciones de carácter doctrinal;
esencialmente, la imposibilidad de aceptar la
cosmovisión masónica desde una perspectiva católica. La
Santa Sede intuía las consecuencias políticas que podía
tener la acción de los masones. Sin embargo, su juicio
sobre ellos era medularmente espiritual y no puede
decirse que resultara en absoluto descabellado”. (1).
“Si para la Iglesia católica la masonería era una
sociedad secreta con una teología herética y unas
finalidades subversivas(1); para la masonería, la
Iglesia católica era una transmisora de errores que
perseguía un modelo político –la teocracia-
inaceptable. Las condenas, pues se fueron sumando
durante los años siguientes”. (César Vidal: La
masonería, un estado dentro del estado, Planeta, c.
11).
Notas
1-Lo de subversivo es propio de protestantismo que es
el gran foco de subversión que resquebrajó Europa hasta
el día de hoy, haciendo imposible su sólida unidad
moral. Ya no hay unidad moral. No es posible: todo a
quedado al albur de la eterna discusión a la que
ninguna autoridad –fuera de la totalitaria- puede hacer
frente. Ya nadie puede –ya que fue negada por el
protestantismo- hacer valer su autoridad. Es un
anaticristianismo: Dios ya no puede hacer valer –por
medio de nadie- su autoridad. ¡Todo, análogamente, se
puede aplicar al protestantismo¡
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