horizonte

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¿Indignados?
¡Me parece tan injusto! Creo que quienes hacen
este anuncio saben que mienten. Y si no lo saben, es
que tienen los ojos cerrados, o sólo los tienen abiertos
en una determinada dirección, que les impide ver la
cantidad de obras animadas por instituciones religiosas
que están intentando trabajar precisamente por
aquello que el anuncio quiere criticar. Pero claro, es
mejor seguir manejando clichés, en un momento de
revuelta general con el tema de la enseñanza, para
conseguir réditos electorales. ¡Qué pena me da y
cuánto me indigna!
Pero la indignación no se queda ahí, y no puedo
acallar que la indignación también viene provocada
porque, por desgracia, sí hay, aunque sea minoría, y
aunque esa minoría no justificara un ataque tan indiscriminado
a la enseñanza no pública, sí hay centros
en los que se puede reproducir aquello que el anuncio
critica. Más claro aún: me indigna que haya centros
que den pie a este tipo de ataques. Que estos ataques
puedan dirigirse a centros que animan instituciones
con afán lucrativo, que ponen unos precios exorbitados
y que, por lo que veo en Madrid, aún así están
llenos de alumnos, me parece triste. Pero ahí están.
Pero que se puedan dirigir a centros de la Iglesia,
aunque sean minoría, se me hace muy doloroso. E
indignante.
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