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Reflexión
Dos primitivos libros escolares del
Instituto en España (y II)
Al Hno. Saturnino Gallego, iniciador
de estos caminos editoriales en España.
Se abre camino al andar. Con todo afecto
A
poco de la llegada del Instituto a España
(1878), aquellos nuestros primeros Hermanos
sintieron la conveniencia de comenzar a
tener publicaciones escolares propias, en principio
para nuestros centros, como tan extraordinariamente
ocurría en Francia. El primer Visitador, Hno. Justino
María, lo veía muy claro. Al tratar de ello con el importante
político católico Marqués de Pidal, este le
había aconsejado al Hno. Justino: “Dense ustedes a
conocer; para ello editen libros, pero que estén impresos
aquí, en España”. Al Hno. Superior General
Irlide, no solo le pareció acertadísimo, sino que autorizó
a llevarlo a cabo inmediatamente, e incluso, y
por propia iniciativa, permitió servirse de todos los
textos franceses del Instituto que pudieran interesar, y
sin ninguna condición.
Hno. Mariano Valdizán
El lúcido Hno. Justino actuó con toda prontitud
ante la buenísima disposición del Superior y ante el
consejo de don Luis Pidal. En la madrileña imprenta
del Asilo de Huérfanos, regentada por nuestro Instituto,
comenzaron a imprimirse algunas obras escolares,
de las que conocemos varios ejemplares, sin duda las
más antiguas de nuestras publicaciones escolares en
España; y en las que figuran como autores “Los
Hermanos de las Escuelas Cristianas”. Precisamente
por la importancia de su antigüedad, esas primeras
publicaciones merecen un estudio particular, en el
que no puedo detenerme ahora, dado el objeto concreto
de este artículo, que, como se verá, se ciñe a los
primeros libros escolares lasalianos publicados en
Barcelona, aunque sean posteriores a aquellos otros
primitivos editados en Madrid.
Y así, conocemos documentalmente que el Hno.
Lange, primer Visitador del reciente Distrito de Barcelona,
firmaba, el 15 de junio de 1893, un contrato
con la editorial barcelonesa de Jacinto Roca y Luciano
Benezach, por el que se autorizaba la publicación
de seis obras escolares, como propias del Instituto;
autorización que regiría durante cuatro años. Las
obras eran: Silabario, Aritmética elemental, Aritmética
curso medio, Geografía elemental, Geografía curso
medio y Cartografía.
¡Las veces que yo habré soñado con encontrar alguna
de aquellas primeras publicaciones barcelonesas,
de las que no conocíamos ejemplares! Mas la
realidad se resistía a ello.
Pero, como decía en mi anterior artículo, por fin
un buen día, u otro buen día, tecleando y “ratoneando”
en el ordenador para arriba y para abajo, tras
sentadas de horas y de días, di con uno de aquellos
nuestros libros primitivos barceloneses, uno de los
que yo llevaba años soñando y buscando. Se trata de:
ARITMÉTICA - Curso Medio” - Nueva edición
por F.J.J.; Editorial Roca y Comp.ª, Barcelona,
s/f. - 313 págs.
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