horizonte

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Reflexión
El adiós a los festivales recreativos
D
espués de unos años de mi entrega a estas
fiestas recreativas, que se han ido acumulando
y que he compartido con tantos, tengo
que reconocer, una vez hecho el balance de
mis sentimientos, que soy una persona muy mayor.
Quiero confesaros abiertamente que estoy convencido
que existe una fecha, un día, en que hay que dejar
el paso a otros. Así, pues, os entrego mis manos
abiertas que ojalá encuentren personas dispuestas a
coger el relevo.
El atardecer va apareciendo tímidamente en mi
vida que me anuncia la llegada de mi retiro, mis limitaciones
físicas: mis ojos, mis manos, mis mareos…,
esta roca fuerte y segura sobre la que me apoyaba se
debilita, se desgasta, se quiebra, y hace acto de presencia
el cansancio y hasta la enfermedad.
Pido al Señor que no me asalten temores, ni me
agobie la inquietud. No recuerdo que me haya sentido
nunca solo o con el sentimiento de soledad o aburrimiento.
Por todas estas razones y motivos, debo decir
"adiós" a mis festivales recreativos. Así dispondré de
un tiempo libre para descansar, leer reposadamente, y
en resumidas cuentas, seguir un proverbio chino que
dice: "Disfruta. Te queda menos tiempo del que
crees". Sin embargo, yo creo que es más acertado:
Hno. Lucinio Rico
"Disfruta. Que todavía tienes tiempo". Doy gracias a
Dios por haber llegado hasta aquí con mis 97 años a
la espalda. Los tiempos pasados, pasados quedan,
aunque no olvidados. El trabajo desarrollado no lo
doy por cosecha perdida, sin olvidar tampoco el apoyo
estimable de la comunidad, fundamento indispensable
para nuestra supervivencia.
Puse todo un alarde de gran voluntad al servicio
de la comunidad, resistiendo a mis achaques de forma
casi heroica, dejando a pesar de esas limitaciones, mi
deber cumplido.
No es posible ahora hacer una reseña de todo lo
realizado en esta larga andadura. Doy gracias a Dios
por vuestra asistencia y elevo un canto de gratitud a
cuantos por su colaboración y servicio incondicional,
simpatía y entrega, han hecho de estos festivales, más
que una convivencia, una familia.
Bujedo a 20 de diciembre de 2011
horizonte