horizonte

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Vida en comunidad
Hno. Aniano Pérez,
patrono de la coope
(Residencia de Cortes, Burgos)
“Las tierras que de suyo son estériles y secas,
estercolándolas y cultivándolas
vienen a dar buenos frutos”.
(Don Quijote II, 12)
E
l director de Horizonte aconseja a los cronistas:
“No os entretengáis con lo común y con
asuntos generales. Atended a lo singular”.
Pues lo común de esta comunidad de mayores es
fidelidad al cronograma y adhesión al cronocentrismo.
Lo peculiar es que “del monte en la ladera / por
mi mano plantado tengo un huerto / que con la primavera
/ de bella flor cubierto / ya muestra en esperanza
el fruto cierto”.
En la Asamblea General de la Cooperativa Cortes
se adoptaron los siguientes acuerdos: 1. Nombrar, por
unanimidad, al Hno. Aniano Pérez Manjón Patrono
de la entidad. Todos reconocemos su dedicación a la
horticultura conventual y su devoción a San Isidro.
Celebraremos su fiesta el cuatro de diciembre. Ese
día, los ángeles lo sentaron a la derecha de San Isidro.
2. Reconocer que las abundantes cosechas están
motivadas por la competencia del gerente, Hno. Ángel
Martínez Crespo, por la instalación hidráulica que
él ha realizado y por la aplicación de abono ovino. 3.
Preparar un arcón para conservar la sobreabundancia
de la cosecha.
¿Y de dónde procede el abono? El día 5 de octubre,
tres varones nos dirigimos a los montes conventuales.
Preparamos la carretilla, llena de sacos, herramientas…
Sin caminos, sin senderos ni atajos,
comenzamos la ascensión. El menos viejo, agarrado a
los brazos de ese vehículo, empuja y empuja; los
otros dos ancianos tiran y tiran de las cuerdas. Día
soleado. Descanso por agotamiento. Y el menos viejo
sigue empujado y empujando la carretilla. Los otros
dos, parece que practican ejercicios de estiramiento.
Día caluroso. Descanso por lumbalgia aguda. Empuja…
tira… Setenta y cuatro minutos de ascensión montaraz.
Estamos en la mina de Potono. Tumbamiento y
Hno. Pedro Ozalla
descanso por extenuación. Llenamos cuarenta y cuatro
sacos de abono ovino. Conclusión: polvo, sudor y
mierda. Y Santo Tomás, una y no más. Y a soñar con
perejiles, escarolas, fresas, cebollas, repollos, lombardas,
garbanzos, pepinos, tomates, lechugas, pimientos,
puerros, ajos…
Atención al cronograma. Junio, julio y agosto.
Vacaciones estivales. Pero los Hermanos permanecemos
en esta rústica península. Parece que nos hemos
contagiado de J. A. Pagola, cuando escribe sobre
el arte de descansar:
“Al llegar el verano… el hombre moderno necesita
urgentemente iniciarse en el arte del verdadero
descanso… Lo que necesitamos es aprender a ‘ordenar’
nuestra vida: cuidar lo importante, relativizar lo
accidental, dedicar más tiempo a lo que nos da paz
interior y sosiego”.
La Jornada Mundial de la Juventud, días 11 al 16
de agosto, se vivió con intensidad en Burgos. Ofrecimos
nuestra residencia, pero no la necesitaron. Los
colegios de la zona y las familias acogieron a los casi
200 alemanes que celebraron su fe en las parroquias
próximas. Comprobamos que estos jóvenes alemanes
vivieron las jornadas con esmerado civismo, entusiasmo
religioso y devoción contagiosa. Una de las
celebraciones que más nos impresionó fue “Burgos,
tierra de santos”. Comenzamos la vigilia de oración
en la iglesia del Carmen. Sigue la procesión con velas.
Preceden los cantos de ocho monjes de Silos. En
el Arco de Santa María, luz y sonido: presentación
solemne de san Rafael Arnaiz y de otros santos burgaleses.
Sonaron las doce campanadas. Siguen los
cantos, ahora de Taizé, hacia la rotonda de la Isla.
Más oraciones y recuerdos de otros burgaleses, testigos
de la fe. Ninguna mención a los burgaleses Hermanos
santos de La Salle. Nos invitan a seguir orando
hasta las 2.00 horas nocturnas en las iglesias en
que rezó san Rafael Arnaiz.
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