La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
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Mauricio Mæterlinck don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
mortíferas tentativas, lanza los mismos gritos <strong>de</strong> cólera, para abandonar<br />
la colmena a su vez, tres días más tar<strong>de</strong>, a la cabeza <strong>de</strong>l tercer enjambre,<br />
Y así sucesivamente, en caso <strong>de</strong> fiebre <strong>de</strong> enjimbrazón, hasta el<br />
agotamiento completo <strong>de</strong>, la ciudad madre.<br />
Swammerdam cita una colmena que, con sus enjambres y los enjambres<br />
<strong>de</strong> sus enjambres, produjo treinta colonias en una sola estación.<br />
Esta multiplicación extraordinaria se observa especialmente <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> los inviernos <strong>de</strong>sastrosos, como si <strong>las</strong> <strong>abejas</strong>, siempre en contacto<br />
con <strong>las</strong> volunta<strong>de</strong>s secretas <strong>de</strong>, la Naturaleza, tuvieran conciencia<br />
<strong>de</strong>l peligro que amenaza a la especie. Pero en épocas normales esa<br />
fiebre es bastante rara en <strong>las</strong> colmenas fuertes y bien gobernadas. Muchas<br />
enjambran sólo una vez, algunas no enjambran siquiera.<br />
Por lo común, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la primera enjambrazón, <strong>las</strong> <strong>abejas</strong> renuncian<br />
a dividirse más, sea porque noten el <strong>de</strong>bilitamiento excesivo<br />
<strong>de</strong> la casta, sea porque una perturbación <strong>de</strong>l cielo les aconseje la pru<strong>de</strong>ncia.<br />
Permiten entonces que la tercera reina asesine a <strong>las</strong> cautivas, y<br />
la <strong>vida</strong> ordinaria se reanuda, y reorganiza con tanto más ardor cuanto<br />
que casi todas, <strong>las</strong> obreras son muy jóvenes, la colmena está empobrecida<br />
y <strong>de</strong>spoblada, y hay gran<strong>de</strong>s vacíos que llenar antes <strong>de</strong>l invierno.<br />
<strong>La</strong> salida <strong>de</strong>l segundo y <strong>de</strong>l tercer enjambres se parecen a la <strong>de</strong>l<br />
primero, y todas <strong>las</strong> circunstancias son semejantes, salvo que en éstos<br />
<strong>las</strong> <strong>abejas</strong> son menos numerosas, la tropa menos circunspecta y sin<br />
exploradores, y que la joven reina, virgen, ardiente y ligera, vuela<br />
mucho más lejos, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la primer etapa arrastra a su gente a gran<br />
distancia <strong>de</strong> la colmena. Agréguese que esta segunda y tercera emigración<br />
son mucho más temerarias, y que la suerte <strong>de</strong>, esas colonias<br />
errantes es bastante azarosa. No tienen a su cabeza, representando el<br />
porvenir, más que una reina infecunda. Todo su <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />
vuelo nupcial que va a realizarse. Un pájaro que pase, unas gotas <strong>de</strong><br />
lluvia, un viento frío, un error, pue<strong>de</strong>n provocar un <strong>de</strong>sastre sin reme-<br />
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IX