La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
www.elaleph.com<br />
Mauricio Mæterlinck don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
especial, transformarse en ninfa real, gran principio <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> la<br />
colmena que compensa <strong>las</strong> prerrogativas <strong>de</strong> la pre<strong>de</strong>stinación materna.),<br />
si en semejantes circunstancias se la toma, se la aprisiona y se la<br />
lleva lejos <strong>de</strong> su mansión, comprobada su pérdida a veces pasan dos o<br />
tres días antes <strong>de</strong> que la sepa todo el mundo, tan vasta es la ciudad, el<br />
trabajo cesa o poco menos en todas partes. Se abandona a los pequeñuelos,<br />
numerosísimas obreras andan <strong>de</strong> aquí para allá en busca <strong>de</strong> la<br />
madre, otras salen <strong>de</strong>saladas a ver si la encuentran, <strong>las</strong> guirnaldas <strong>de</strong><br />
obreras ocupadas en construir los panales, se rompen y disgregan, <strong>las</strong><br />
saqueadoras no visitan ya <strong>las</strong> flores, la guardia <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong>serta <strong>de</strong><br />
su puesto, y <strong>las</strong> rateras extrañas y todos los parásitos <strong>de</strong> la miel, perpetuamente<br />
al acecho <strong>de</strong> una coyuntura favorable, entran y salen libremente<br />
sin que nadie piense en <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r el tesoro codiciosamente<br />
acumulado. Poco a poco la ciudad se empobrece, se <strong>de</strong>spuebla, y sus<br />
habitantes, <strong>de</strong>salentados no tardan en morir <strong>de</strong> tristeza y <strong>de</strong> miseria,<br />
aunque frente a el<strong>las</strong> se abran y brillen todas <strong>las</strong> flores <strong>de</strong>l verano.<br />
Pero que se les restituya la soberana antes que su pérdida haya pasado<br />
a la categoría <strong>de</strong> hecho consumado e irremediable, antes que la,<br />
<strong>de</strong>smoralización sea <strong>de</strong>masiado profunda (<strong>las</strong> <strong>abejas</strong> son como los<br />
hombres: una <strong>de</strong>sgracia y una <strong>de</strong>sesperación prolongada rompen su<br />
inteligencia, y <strong>de</strong>gradan su carácter), que se la restituyan pocas horas<br />
<strong>de</strong>spués, y la acogida que le hagan será extraordinaria y conmovedora.<br />
Todas se apresuran a ro<strong>de</strong>arla, se amontonan, trepan unas sobre otras,<br />
la acarician al pasar con sus largas antenas que, contienen tantos órganos<br />
todavía inexplicados, le ofrecen miel, la escoltan en tumulto hasta<br />
<strong>las</strong> habitaciones reales. Al punto el or<strong>de</strong>n se restablece, el trabajo se<br />
reanuda <strong>de</strong> los panales centrales <strong>de</strong> los huevecillos hasta los más lejanos<br />
anexos en que se hacina el sobrante <strong>de</strong> la cosecha, <strong>las</strong> recolectoras<br />
salen en fi<strong>las</strong> negras y vuelven a veces menos <strong>de</strong> tres minutos <strong>de</strong>spués,<br />
cargadas ya <strong>de</strong> néctar y <strong>de</strong> polen, los rateros y los parásitos son expulsados<br />
o hechos pedazos, bárrense <strong>las</strong> calles, y la colmena resuena dulce<br />
y monótonamente con el cántico dichoso y especialísimo, el canto<br />
íntimo <strong>de</strong> la real presencia.<br />
38