La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
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Mauricio Mæterlinck don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
sin <strong>de</strong>jar huella <strong>de</strong> su paso, toda su labor quedará dispersa, y sólo les<br />
sobrevivirá una hembra que, a la primavera siguiente, recomenzará en<br />
la misma soledad y <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z que su madre, el mismo inoficioso trabajo.<br />
Pero no por eso queda menos <strong>de</strong>mostrado que, esta vez, la i<strong>de</strong>a ha<br />
tenido ya conciencia <strong>de</strong> su fuerza. En los abejorros no la vemos trasponer<br />
ese límite, pero inmediatamente <strong>de</strong>spués, fiel a su costumbre, por<br />
medio <strong>de</strong> una especie <strong>de</strong> metamorfosis infatigable, va a encarnarse,<br />
palpitante aún por su último triunfo, todopo<strong>de</strong>rosa y casi perfecta, en<br />
otro grupo, el penúltimo <strong>de</strong> la raza, el que prece<strong>de</strong> inmediatamente a<br />
nuestra abeja doméstica que la corona; me refiero al grupo <strong>de</strong> los Meliponinos,<br />
que compren<strong>de</strong> <strong>las</strong> Meliponas y <strong>las</strong> Trigonas tropicales.<br />
XIII<br />
Entre el<strong>las</strong> todo está organizado como en nuestras colmenas. Tienen<br />
una madre, probablemente única 20 , obreras estériles y machos.<br />
21 Llegan hasta tener algunos <strong>de</strong>talles mejor organizados. Por<br />
ejemplo, los machos no permanecen completamente ociosos: secretan<br />
la cera. <strong>La</strong> entrada <strong>de</strong> la ciudad se halla mejor <strong>de</strong>fendida: una puerta la<br />
cierra durante <strong>las</strong> noches frías, y en <strong>las</strong> cálidas, la cubre una cortina que<br />
<strong>de</strong>ja penetrar el aire.<br />
Pero la república es menos fuerte, la <strong>vida</strong> general menos garantizada,<br />
la prosperidad menor que entre nuestras <strong>abejas</strong>, y en cualquier<br />
parte a que se introduzcan éstas, los 'Meliponinos tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>saparecer<br />
ante el<strong>las</strong>. <strong>La</strong> i<strong>de</strong>a fraternal se ha <strong>de</strong>sarrollado igual y magníficamente<br />
en ambas razas, excepto en un punto, en el que una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> no<br />
20 No es seguro que el principio <strong>de</strong> la soberanía o <strong>de</strong> la maternidad única sea<br />
rigurosamente respetado entre los Meliponinos. Blanchard cree con razón que,<br />
hallándose <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> aguijones y no pudiendo, por consiguiente, matarse<br />
con tanta facilidad como <strong>las</strong> reinas <strong>abejas</strong>, probablemente viven varias hembras<br />
fecundas en la misma colmena. Pero el hecho no ha podido ser comprobado<br />
hasta hoy, a causa <strong>de</strong>l gran parecido que existe entre <strong>las</strong> hembras y <strong>las</strong> obreras,<br />
y <strong>de</strong> la imposibilidad <strong>de</strong> criar meliponas en nuestros climas.<br />
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