La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
www.elaleph.com<br />
Mauricio Mæterlinck don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
«El espíritu <strong>de</strong> la colmena» ¿ Dón<strong>de</strong> está y qué encarna? No es<br />
semejante al instinto particular <strong>de</strong>l pájaro que sabe construir su nido<br />
con <strong>de</strong>streza y que busca otros cielos apenas reaparece el día <strong>de</strong> la<br />
emigración. No es tampoco una especie <strong>de</strong> costumbre maquinal <strong>de</strong> la<br />
especie, que sólo quiere ciegamente vivir y que choca con todos los<br />
ángulos <strong>de</strong> la casualidad en cuanto una circunstancia, imprevista perturba<br />
la serie <strong>de</strong> los fenómenos acostumbrados. Por el contrario, sigue<br />
paso a paso <strong>las</strong> circunstancias todopo<strong>de</strong>rosas, como un esclavo inteligente<br />
y listo que sabe sacar partido, <strong>de</strong> <strong>las</strong> ór<strong>de</strong>nes más peligrosas <strong>de</strong><br />
su amo.<br />
Dispone implacablemente, pero con discreción y como si estuviera<br />
sometido a algún gran <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> <strong>las</strong> riquezas, la felicidad, la libertad,<br />
la <strong>vida</strong> <strong>de</strong> todo un pueblo alado. Regula día por día el número <strong>de</strong> los<br />
nacimientos y lo pone en estricta relación con el <strong>de</strong> <strong>las</strong> flores que iluminan<br />
la campiña. Anuncia a la reina su <strong>de</strong>stronamiento o la necesidad<br />
<strong>de</strong> que parta, la obliga a dar la <strong>vida</strong> a sus rivales, cría previamente a<br />
éstas, <strong>las</strong> protege contra la saña política <strong>de</strong> la madre, permite o prohibe,<br />
según la generosidad <strong>de</strong> los cálices multicolores, la edad <strong>de</strong> la primavera<br />
y los probables peligros <strong>de</strong>l vuelo nupcial, que la primogénita <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
princesas vírgenes vaya a matar en su cuna a sus jóvenes hermanas<br />
que entonan el canto <strong>de</strong> <strong>las</strong> reinas. Otras veces, cuando la estación<br />
avanza, cuando se acortan <strong>las</strong> horas floridas, or<strong>de</strong>na, para clausurar la<br />
era <strong>de</strong> <strong>las</strong> revoluciones, y apresurar la vuelta al trabajo, que <strong>las</strong> obreras<br />
mismas asesinen a toda la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia real.<br />
Este «espíritu» es pru<strong>de</strong>nte y económico, perro no avaro. Parece<br />
que conociera <strong>las</strong> leyes fastuosas y algo locas <strong>de</strong> la Naturaleza en<br />
cuanto atañe al amor. De modo que, durante los abundantes <strong>de</strong>l verano,<br />
tolera, como que entre ello si elegirá su amante la reina que va a nacer,<br />
la presencia incómoda <strong>de</strong> trescientos o cuatrocientos machos aturdidos,<br />
<strong>de</strong>smañados, inútilmente atareados, pretenciosos, total y escandalosamente<br />
holgazanes, ruidosos, glotones, groseros, sucios, insaciables,<br />
enormes. Pero cuando la reina está fecundada, cuando <strong>las</strong> flores se<br />
22<br />
II