La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
www.elaleph.com<br />
<strong>La</strong> <strong>vida</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>abejas</strong> don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
Verdad es que, abierta sin precaución por quien no conozca ni<br />
respete el carácter y <strong>las</strong> costumbres <strong>de</strong> sus habitantes, la colmena se<br />
transforma al punto en ardiente zarza <strong>de</strong> cólera y <strong>de</strong> heroísmo. Pero<br />
nada es más fácil <strong>de</strong> adquirir que la pequeña habilidad necesaria para<br />
manejarla impunemente. Basta con un poco <strong>de</strong> humo proyectado a<br />
propósito, con mucha sangre fría y sua<strong>vida</strong>d, y <strong>las</strong> bien armadas obreras<br />
se <strong>de</strong>jan <strong>de</strong>spojar sin pensar en <strong>de</strong>snudar el aguijón. No reconocen a<br />
su amo, como se ha sostenido, no temen al hombre, pero ante el olor<br />
<strong>de</strong>l humo, ante los lentos a<strong>de</strong>manes que recorren su morada sin amenazar<strong>las</strong>,<br />
se imaginan que no se trata <strong>de</strong> un ataque ni <strong>de</strong> un gran enemigo<br />
<strong>de</strong>l que sea posible <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse, sino <strong>de</strong> una fuerza o <strong>de</strong> una catástrofe<br />
natural, a la que es bueno someterse. En vez <strong>de</strong> luchar en vano, y llenas<br />
<strong>de</strong> una previsión que si se engaña es porque mira <strong>de</strong>masiado lejos,<br />
tratan por lo menos <strong>de</strong> salvar el porvenir y se arrojan sobre sus reservas<br />
<strong>de</strong> miel para sacar y escon<strong>de</strong>r en su mismo cuerpo con qué fundar en<br />
otra parte, en cualquiera inmediatamente, una ciudad nueva si la antigua<br />
es <strong>de</strong>struida, o si se ven obligadas a abandonarla.<br />
17<br />
VII<br />
El profano ante quien se abre una colmena <strong>de</strong> observación 2 sufre<br />
al principio un <strong>de</strong>sencanto. Se le había asegurado que aquel cofrecito<br />
<strong>de</strong> vidrio encerraba una acti<strong>vida</strong>d sin ejemplo, un número infinito <strong>de</strong><br />
leyes sabias, una asombrosa suma <strong>de</strong> genio, <strong>de</strong> misterios, <strong>de</strong> experiencia,<br />
<strong>de</strong> cálculo, <strong>de</strong> ciencia, <strong>de</strong> certidumbre, <strong>de</strong> hábitos inteligentes, <strong>de</strong><br />
sentimientos y <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s extrañas. No <strong>de</strong>scubre en ella más que un<br />
confuso montón <strong>de</strong> pequeñas bayas rojas, bastante parecidas a los<br />
granos <strong>de</strong> café tostado o a pasas <strong>de</strong> uva aglomeradas sobre los vidrios.<br />
2 Se llama colmena <strong>de</strong> observación, una colmena con cristales, provista <strong>de</strong><br />
cortinas negras o <strong>de</strong> postigos. <strong>La</strong>s mejores sólo contienen un panal, lo que<br />
permite observarlo por sus dos caras. Se pue<strong>de</strong>, sin peligro ni inconveniente,<br />
instalar estas colmenas, provistas <strong>de</strong> una salida exterior, en un salón, una biblioteca,<br />
etc. <strong>La</strong>s <strong>abejas</strong> que habitan la que se encuentra en París, en mi gabinete<br />
<strong>de</strong> trabajo, cosechan en el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> piedra <strong>de</strong> la gran ciudad con qué<br />
vivir y prosperar.