La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
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<strong>La</strong> <strong>vida</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>abejas</strong> don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
matemática y automática <strong>de</strong> <strong>las</strong> polinias en el Orchis Morio, la humil<strong>de</strong><br />
orquí<strong>de</strong>a <strong>de</strong> nuestras comarcas 11 ; <strong>de</strong>smontemos la doble báscula infalible<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> anteras <strong>de</strong> la salvia, que acaban <strong>de</strong> tocar en tal sitio <strong>de</strong>l cuerpo<br />
al insecto que la visita, para que a su vez toque en tal sitio preciso el<br />
estigma <strong>de</strong> una flor vecina; sigamos también los movimientos sucesivos<br />
y los cálculos <strong>de</strong>l estigma <strong>de</strong> la Pediculariss Sylvatica; veamos<br />
cómo, a la entrada, <strong>de</strong> la abeja, todos los órganos <strong>de</strong> esas tres flores se<br />
ponen en Acción, como esos mecanismos complicados que suelen<br />
verse en <strong>las</strong> ferias <strong>de</strong>, nuestras al<strong>de</strong>as, y que se ponen en movimiento<br />
apenas un tirador hábil ha hecho mosca, en el blanco.<br />
" Podríamos <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r más abajo aún, mostrar como lo ha hecho<br />
Ruskin en sus Ethics of the Dust, <strong>las</strong> costumbres, el carácter y <strong>las</strong> astucias<br />
<strong>de</strong> los cristales, sus querel<strong>las</strong>, lo que hacen cuando un cuerpo extraño<br />
va a trastornar sus planos, que en sus más antiguos <strong>de</strong> cuanto<br />
nuestra imaginación pue<strong>de</strong> concebir, su manera <strong>de</strong> admitir o <strong>de</strong> recha-<br />
11 Imposible es dar aquí el <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> ese lazo maravilloso <strong>de</strong>scrito por Darwin.<br />
En seguida va una síntesis grosera: en la Orchis Morio el polen no es pulverulento,<br />
sino aglomerado en pequeñas masas llamadas polinias. Cada una <strong>de</strong> esas<br />
masas- son dos,- termina en su extremidad inferior en un disco vicioso (el<br />
rectináculo), encerrado en una especie <strong>de</strong> saco membranoso (el rostellum) que<br />
el menor contacto hace estallar. Cuando una abeja se posa sobre la flor, su<br />
cabeza, al a<strong>de</strong>lantarse para chupar el néctar, roza el saco membranoso que se<br />
<strong>de</strong>sgarra y <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>scubiertos los dos discos viscosos. <strong>La</strong> polinias, gracias a la<br />
liga <strong>de</strong> los discos, se pegan a la cabeza, <strong>de</strong>l insecto, que al <strong>de</strong>jar la flor, se <strong>las</strong><br />
lleva como dos cuernos bulbosos. Si esos dos cuernos cargados <strong>de</strong> polen permanecieran<br />
<strong>de</strong>rechos y rígidos en el momento en que la abeja penetra en una<br />
orquí<strong>de</strong>a vecina, no harían más que tocar y hacer estallar el saco membranos<br />
<strong>de</strong> la segunda flor, pero no alcanzaría al estigma u órgano hembra que se trata<br />
<strong>de</strong> fecundar, y que se halla situado <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l saco membranoso. El genio <strong>de</strong> la<br />
Orchis Morio ha previsto la dificultad, y al cabo <strong>de</strong> treinta segundos, es <strong>de</strong>cir,<br />
en le escaso tiempo que el insecto necesita para acabar <strong>de</strong> chupar el néctar y<br />
trasladarse a orta flor, eltallo <strong>de</strong> la pequeña masa se seca y se contrae, siempre<br />
<strong>de</strong>l mismo lado y en el mismo sentido; bulbo que contiene el polen se inclina,<br />
y su grado <strong>de</strong> inclinación ésta calculado <strong>de</strong> manera que el instante en que la<br />
abeja entre en la flor vecina, se hallará precisamente al nivel <strong>de</strong>l estigma sobre<br />
el cual <strong>de</strong>be <strong>de</strong>rramar su fecundación polvillo. (Ver, para todos los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong><br />
este drama íntimo <strong>de</strong>l mundo inconsciente <strong>de</strong> <strong>las</strong> flores, el admirable estudio <strong>de</strong><br />
Charles Darwin: De la fecundación <strong>de</strong> <strong>las</strong> orquí<strong>de</strong>as por los insectos, y <strong>de</strong> los<br />
buenos efectos <strong>de</strong> la cruza, 1862)<br />
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