La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
La vida de las abejas - Fieras, alimañas y sabandijas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
www.elaleph.com<br />
<strong>La</strong> <strong>vida</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>abejas</strong> don<strong>de</strong> los libros son gratis<br />
Girard, Yogel y otros entomólogos, colocar bajo el microscopio, junto<br />
al cráneo algo vacío <strong>de</strong> la reina y la cabeza magnífica <strong>de</strong> los machos en<br />
que resplan<strong>de</strong>cen veintiséis mil ojos, la cabecilla, ingrata y preocupada<br />
<strong>de</strong> la virgen obrera. Veríamos que en esa cabecilla se <strong>de</strong>sarrollan <strong>las</strong><br />
circunvoluciones <strong>de</strong>l cerebro más vasto y más ingenioso <strong>de</strong> la colmena.<br />
Es también, el más bello, el más complicado, el más <strong>de</strong>licado, el más<br />
perfecto en otro or<strong>de</strong>n y con diferente organización, que exista en la<br />
Naturaleza 5 , <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l cerebro <strong>de</strong>l hombre. En esto, también, como<br />
en todo el régimen <strong>de</strong>l mundo que conocemos, don<strong>de</strong> se encuentra el<br />
cerebro, se encuentra la autoridad, la verda<strong>de</strong>ra fuerza, la sabiduría y la<br />
victoria. Aquí también un átomo casi invisible <strong>de</strong> la substancia misteriosa,<br />
avasalla y organiza la materia, y sabe crearse un lugarcito triunfante<br />
y dura<strong>de</strong>ro, en medio <strong>de</strong> <strong>las</strong> potencias enormes e inertes, <strong>de</strong> la<br />
nada y <strong>de</strong> la muerte.<br />
XXIX.<br />
Volvamos ahora a nuestra colmena que enjambra; y don<strong>de</strong> no se<br />
ha aguardado el fin <strong>de</strong> estas reflexiones para dar la señal <strong>de</strong> la partida.<br />
Apenas se da esa señal, diríase que todas <strong>las</strong> puertas <strong>de</strong> la ciudad se<br />
abren al mismo tiempo bajo un empuje repentino e insensato, y la<br />
negra muchedumbre se evado o más bien brota <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, según el número<br />
<strong>de</strong> aberturas, ora en doble, ora en triple, ora en cuádruple chorro<br />
directo, tendido, vibrante y continuo, que se esparce y se extien<strong>de</strong> en<br />
seguida en el espacio, como una red sonora tejida por cien mil a<strong>las</strong><br />
exasperadas y transparentes. Durante algunos minutos la red flota encima<br />
<strong>de</strong>l colmenar con un prodigioso murmullo <strong>de</strong> diáfanas, sedas,<br />
5 El cerebro <strong>de</strong> la abeja, según los cálculos <strong>de</strong> Dujardin, forma, la 174 parte <strong>de</strong>l<br />
peso total <strong>de</strong>l insecto; el <strong>de</strong> la hormiga la 296. En cambio, los cuerpos pedunculados<br />
que parecen <strong>de</strong>sarrollarse proporcionalmente a los triunfos que la<br />
inteligencia alcanza sobre el instinto, son algo menos importantes en la abeja<br />
que en la hormiga. Como una cosa compensa la otra, parece resultar <strong>de</strong> estas<br />
estimulaciones, respetando la parte perteneciente a la hipótesis, y teniendo en<br />
cuenta la obscuridad <strong>de</strong> la materia, que el valor intelectual <strong>de</strong> la abeja y la<br />
hormiga <strong>de</strong>be ser más o menos el mismo.<br />
53