La doma del jaguar - Biblioteca Virtual Universal
La doma del jaguar - Biblioteca Virtual Universal
La doma del jaguar - Biblioteca Virtual Universal
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
«¡Ay! si pudiera recobrar mi nido»,<br />
tras la tormenta el pájaro gemía.<br />
Y yo tras tanta ruina y tanto olvido<br />
de igual manera me lamentaría...<br />
<strong>La</strong>s rimas de los primeros ocho versos se atendrán a la pauta <strong>del</strong> primer cuarteto. No hay<br />
escape, y es mejor que no lo haya:<br />
A la memoria ciega en vano pido<br />
una vivaz visión de lo que había<br />
en el barrio y el pueblo en que vivía<br />
en <strong>del</strong>eitoso ámbito hoy perdido... [194]<br />
Esta palabra «ámbito», esta palabra esdrújula que tanto me gusta, golpea con su acento<br />
inicial sobre la sexta sílaba <strong>del</strong> endecasílabo.<br />
No está mal -pienso-. Suena bien ese «ámbito» en que se me ha instalado toda mi<br />
Villarrica con sus rojas calzadas, con sus ovenias apacibles, con sus casas casi todas chatas<br />
pero amables, pintadas de una cal que se va tiñendo, poco a poco, en la parte inferior en una<br />
especie de friso de contorno difuso, de color casi rojo, o ya paladinamente rojo en las<br />
fachadas de pintura antigua:<br />
Y en vano aguardo un luminoso sueño<br />
para en él recobrar lo que me empeño<br />
en dar color en un poema mío:<br />
el poema más mío y más urgente,<br />
y así poder unir a mi albedrío,<br />
verso a verso el pasado y el presente.<br />
¡Ha terminado mi soneto! («Contad si con catorce, y está hecho»).<br />
Y es entonces precisamente cuando siento la necesidad acuciosa de componer otro<br />
soneto. Lo he de llamar «El yugo y el Ángel». Sí, no cabe duda. Sí, debo hablar <strong>del</strong> ángel<br />
que siempre me ha acompañado y a menudo ayudado en momentos dramáticos sin que<br />
jamás pudiera yo explicarme en forma segura, incuestionable, lógica, cuándo y cómo me ha<br />
ayudado. <strong>La</strong> no muy clara evidencia de su ayuda es algo entrevisto o entresospechado<br />
después de sus ayudas, sin que por eso faltara, durante ellas, una sublógica conjetura de su<br />
presencia oportuna.<br />
Pero también está en mí otro ángel -en verdad están muchos otros; pero muy<br />
especialmente uno como el <strong>del</strong> soneto de Lope de Vega, salvando las distancias: [195]<br />
¡Cuántas veces el Ángel me decía:<br />
Alma, asómate agora a la ventana,<br />
verás con cuánto amor llamar porfía,