Edad de Cristal Guillermo Enrique Hudson Las - AMPA Severí Torres
Edad de Cristal Guillermo Enrique Hudson Las - AMPA Severí Torres
Edad de Cristal Guillermo Enrique Hudson Las - AMPA Severí Torres
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Edad</strong> <strong>de</strong> <strong>Cristal</strong> <strong>Guillermo</strong> <strong>Enrique</strong> <strong>Hudson</strong><br />
líneas como cabellos bajo esos extraños y contrastantes procesionistas 24 que estaban<br />
representados en la banda- y aun en mi estado <strong>de</strong> excitación me sentí algo impactado por<br />
esas palabras que eran e1 fin <strong>de</strong> una oración, diciendo:<br />
y para la vieja vida, habrá una vida nueva.<br />
Haciendo girar el frasco leí la oración completa: Cuando el tiempo y la enfermedad<br />
oprimen y el sol enfría en el cielo, y ya no hay ninguna alegría terrena y el fuego <strong>de</strong>l amor<br />
se apaga en el corazón, bébeme, pues tras la vieja vida habrá una nueva vida. Otro secreto<br />
importante, pensé; este día ha sido realmente rico en <strong>de</strong>scubrimientos. Una panacea para<br />
todas las enfermeda<strong>de</strong>s, incluso para el mal <strong>de</strong> la vejez, así un hombre pue<strong>de</strong> vivir<br />
doscientos años y aún hallar algún placer en la existencia. Pero para mí la vida ha perdido<br />
su sabor y no tengo el menor <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> vivir mucho. Aquí hay más escrituras -quizá otro<br />
secreto-, pero dudo mucho que me dé algún consuelo: Cuando tu alma esté en la penumbra<br />
tanto que te sea difícil diferenciar el bien <strong>de</strong>l mal y los pensamientos que te dominen<br />
conduzcan a la locura, bébeme y curarás.<br />
-¡No, no beberé y estaré curado! Mil veces mejor son los pensamientos que conducen<br />
a la locura que esta existencia incolora y sin amor. Yo no <strong>de</strong>seo mejorar <strong>de</strong> tan dulce mal.<br />
Tomé la botella en mi mano y la <strong>de</strong>stapé. El tapón formaba una extraña taza,<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su bor<strong>de</strong> estaba escrito, Bébeme. Yo vertí algo <strong>de</strong>l líquido en la taza; era <strong>de</strong> un<br />
pálido color amarillo y tenía un olor ligeramente pesado a madreselvas. Lo volqué<br />
nuevamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l frasco y lo coloqué en su nicho.<br />
Bebe y curarás. No, aún no. Quizá algún día mis preocupaciones aumentasen al<br />
punto <strong>de</strong> tornarse insufribles y me conducirían a buscar tan triste consuelo en ese frasco<br />
conteniendo el cúralo-todo. Amar sin esperanza era bastante triste, pero estar sin amor era<br />
aun más triste.<br />
Ahora me había calmado: el saber que tenía en mi po<strong>de</strong>r, el escapar <strong>de</strong> una vez para<br />
siempre <strong>de</strong> ese furioso <strong>de</strong>seo había servido para volver más sobrios mis pensamientos y<br />
comencé a razonar acerca <strong>de</strong>l asunto. La naturaleza <strong>de</strong> mis pensamientos más secretos<br />
nunca podrían ser sospechados, y en el reino insustancial <strong>de</strong> la imaginación todavía estaría<br />
en mí el escon<strong>de</strong>r mi amor y gozar todo su supremo <strong>de</strong>leite. ¡No sería eso mejor que esta<br />
cura, esa calmosa alegría que se me entregaba! Y con el tiempo mis sentimientos también<br />
per<strong>de</strong>rían su intensidad actual, la que a menudo se transformaba en agonía, y llegaría a<br />
perdurar como un leve rapto <strong>de</strong>l corazón cuando la apoyara contra mi pecho y presionara<br />
sus dulces labios con los míos. ¡Ah no!, ese era un sueño vano, yo no podría <strong>de</strong>jarme<br />
engañar por él; ¿pues quién pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle al <strong>de</strong>monio <strong>de</strong> la pasión que lo domina "Hasta<br />
aquí has <strong>de</strong> llegar y no más lejos"?<br />
Con la mente confundida e incapaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir qué era lo mejor, mis preocupaciones<br />
me transportaron a ese lejano pasado, cuando la pasión amorosa era tanto en la vida <strong>de</strong>l<br />
hombre. Era mucho, pero en aquel mundo sobrepoblado dividía el imperio <strong>de</strong> su espíritu<br />
con un enorme y creciente miseria, la miseria <strong>de</strong> los hambrientos cuyas mentes estaban<br />
oscurecidas tras largos años <strong>de</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia con una sorda ira contra Dios y el hombre y la<br />
miseria <strong>de</strong> aquellos que no necesitando nada aún temían que el fin <strong>de</strong> todas las cosas se les<br />
24 Procesión <strong>de</strong> personas y animales que avanzan uno tras otro en fila, proce<strong>de</strong>r<br />
Página 106 <strong>de</strong> 109