15.05.2013 Views

Edad de Cristal Guillermo Enrique Hudson Las - AMPA Severí Torres

Edad de Cristal Guillermo Enrique Hudson Las - AMPA Severí Torres

Edad de Cristal Guillermo Enrique Hudson Las - AMPA Severí Torres

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Edad</strong> <strong>de</strong> <strong>Cristal</strong> <strong>Guillermo</strong> <strong>Enrique</strong> <strong>Hudson</strong><br />

Habló con los ojos bajos, con voz queda y apenada. Ahora estaba claro que en mi<br />

ignorancia había incurrido en una grave falta <strong>de</strong> etiqueta hacia las leyes <strong>de</strong> La Casa, y<br />

ansioso por reparar mi falta, y, a<strong>de</strong>más, por saber más acerca <strong>de</strong> la única mujer que en esta<br />

misteriosa comunidad había amado, o al menos había conocido el matrimonio, pregunté si<br />

podría verla.<br />

- Sí, respondió tras alguna hesitación aun <strong>de</strong> pie y con la mirada baja. Luego<br />

repentinamente estallando en llanto exclamó:<br />

-¡Oh, Smith, cómo pudo estar en el mundo y no saber que hay una madre en cada<br />

Casa! ¿Cómo pudo viajar y no saber que cuando entra en una Casa, tras saludar al padre, lo<br />

primero que <strong>de</strong>be <strong>de</strong> hacer es solicitar ser llevado a la presencia <strong>de</strong> la madre para adorarla y<br />

sentir su mano sobre la cabeza? ¿No advirtió nuestro asombro y agravio ante su silencio<br />

cuando entró y cómo esperamos en vano que hablase?<br />

Estaba mudo <strong>de</strong> vergüenza ante sus palabras. Muy bien recordaba la primera noche<br />

en la Casa cuando no podía sino ver que algo se esperaba <strong>de</strong> mí, pero nunca me aventuré a<br />

preguntar que se me aclarase qué era.<br />

Luego, recobrándose <strong>de</strong> sus lágrimas, se alejó <strong>de</strong> la habitación y al quedar solo me<br />

invadió una profunda sorpresa por la revelación. No había imaginado que pudiese llegar al<br />

mundo sin una madre; empero, el hecho <strong>de</strong> que esta criatura <strong>de</strong>sapasionada, quien me<br />

había manifestado que había una sola forma <strong>de</strong> amor, fuese la hija <strong>de</strong> alguien que<br />

actualmente viviese en La Casa y <strong>de</strong> cuya existencia jamás había oído, excepto en una<br />

forma tan indirecta que no acerté a compren<strong>de</strong>r, me parecía un sueño. Ahora, estaba por<br />

ver a esta mujer oculta y la entrevista habría <strong>de</strong> revelarme algo, pues habría <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir en<br />

su rostro y conversación si tenía la misma mística forma <strong>de</strong> pensar <strong>de</strong> los otros, que los<br />

hacía aparecer como habitantes <strong>de</strong> algún lugar mejor que este pecaminoso, pobre y triste<br />

mundo. Mis <strong>de</strong>seos sin embargo, no se vieron cumplidos, pues pronto regresó Yoleta y dijo<br />

que su madre no <strong>de</strong>seaba verme en ese momento. Parecía tan apenada cuando me lo dijo<br />

que poniendo sus blancos brazos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> mi cuello, como para consolar mi <strong>de</strong>silusión,<br />

hube <strong>de</strong> refrenar mi <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> presionarla con preguntas y durante varios días el tema no se<br />

tocó en absoluto entre nosotros.<br />

Al tiempo, un día, cuando la lección hubo terminado, con una expresión en su rostro<br />

que mezclaba el placer y la ansiedad, se levantó y tomándome <strong>de</strong> la mano dijo:<br />

- Venga.<br />

Sabía que iba a llevarme a presencia <strong>de</strong> su madre y gozoso me levanté para<br />

obe<strong>de</strong>cerla, pues tras la conversación que habíamos mantenido no tenía paz en mi <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

conocer a la dama <strong>de</strong> La Casa.<br />

Dejando la sala <strong>de</strong> música, entramos a otro apartamento con la misma forma <strong>de</strong> nave,<br />

pero más vasta o al menos consi<strong>de</strong>rablemente más larga. Ahí me sobresalté y me <strong>de</strong>tuve<br />

sorprendido por la escena que tenía ante mí. La luz que penetraba por las altas y angostas<br />

ventanas era tenue, suficiente para ver el recinto y todo lo que había en él. Acababa en el<br />

extremo más apartado en un tramo <strong>de</strong> escalones anchos <strong>de</strong> piedra. La parte central <strong>de</strong>l piso<br />

a todo el largo sería aproximadamente <strong>de</strong> seis metros <strong>de</strong> ancho; <strong>de</strong> cada lado <strong>de</strong> este pasaje,<br />

que estaba cubierto <strong>de</strong> mosaico, el piso estaba elevado y sobre ese mayor nivel vi, como<br />

Página 61 <strong>de</strong> 109

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!