- Page 1 and 2:
GERALD DURRELL Bichos y demás pari
- Page 3 and 4:
CONVERSACIÓN A Teodoro Stefanides,
- Page 5 and 6:
—¡Pues prohíbele escribir una s
- Page 7 and 8:
para allá con brazados de nuestros
- Page 9 and 10:
Abrumado por tan inesperada magnani
- Page 11 and 12:
mano de hasta la última de sus art
- Page 13 and 14:
mocetón en quien la mera visión d
- Page 15 and 16:
atigrados por la luz de la luna, to
- Page 17 and 18:
El fondo arenoso de la ensenada est
- Page 19 and 20:
intercambiaba opiniones sobre el es
- Page 21 and 22:
Le pregunté entonces si podría ac
- Page 23 and 24:
Asentí de buen grado, porque tení
- Page 25 and 26:
con la barca a un par de metros por
- Page 27 and 28:
cercanías. Siguió haciendo lo mis
- Page 29 and 30:
amalgamado de tal forma que no pude
- Page 31 and 32:
Margo no hacía más que zascandile
- Page 33 and 34:
que dentro de la villa no podía se
- Page 35 and 36:
Dije que me parecía mejor ir a dar
- Page 37 and 38:
crecerían torcidos, o, al patalear
- Page 39 and 40:
sendero que se extendía ante mí.
- Page 41 and 42:
Hum… eh… viene a ser algo así
- Page 43 and 44:
Contemplando aquella prodigiosa mue
- Page 45 and 46:
—Unas músicas rarísimas —dijo
- Page 47 and 48:
Sentí llegado el momento de interv
- Page 49 and 50:
de grandes. Estas estrellas de mar
- Page 51 and 52:
hembra con tal fuerza, que Kokino t
- Page 53 and 54:
hocico formando un pico ganchudo qu
- Page 55 and 56:
—Es un peligro público —decía
- Page 57 and 58:
—Usted es el embustero y el tramp
- Page 59 and 60:
—Por Dios, no diga usted eso, se
- Page 61 and 62:
—Eso es ridículo —dijo Leslie
- Page 63 and 64:
Entremés para espíritus ¿Qué ot
- Page 65 and 66:
—Ya empezaba a pensar que no vend
- Page 67 and 68:
Al instante se echó de ver que la
- Page 69 and 70:
—Muchas veces me he preguntado si
- Page 71 and 72:
Prue se volvió dispuesta a la guer
- Page 73 and 74: —Yo ver extraños entre nosotros
- Page 75 and 76: Capítulo 6. El tiovivo de la aceit
- Page 77 and 78: —Ah, sí —dijo Papa Demetrios c
- Page 79 and 80: —«A los veinticinco —continuó
- Page 81 and 82: —¿Dónde está tu mazre? —quis
- Page 83 and 84: —Es Donald —dijo Max con orgull
- Page 85 and 86: Capítulo 7. Lechuzas y aristocraci
- Page 87 and 88: de oro, ennegrecido por el tiempo.
- Page 89 and 90: de lumbres de carbón de encina par
- Page 91 and 92: La condesa puso unos ojos como plat
- Page 93 and 94: —Hay que hacer algo —dijo—. Y
- Page 95 and 96: —¡Te he encontrado una cosa! —
- Page 97 and 98: Tenía yo mis dudas. ¿Se daba cuen
- Page 99 and 100: cigarrillos. El capitán se inclin
- Page 101 and 102: —Vamos a hacer un crucero de plac
- Page 103 and 104: —¡Puerto al fin! —dijo con sat
- Page 105 and 106: —Ya me lo estoy imaginando —pro
- Page 107 and 108: próximo y esperábamos pacientemen
- Page 109 and 110: mirándolos toda la vida. Cuando el
- Page 111 and 112: —No vas a quedarte con él. Te lo
- Page 113 and 114: —En fin —prosiguió—, que aqu
- Page 115 and 116: —¡Ah!, no te lo esperabas, ¿eh?
- Page 117 and 118: —No hay por qué —dijo Larry va
- Page 119 and 120: —Esto que ven, naturalmente, es l
- Page 121 and 122: —Yo conocí a una dama que lo hac
- Page 123: I brushed the gleaming petals from
- Page 127: Mígala. Nombre común de varias es