Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
dos en los burros y decían a su abuelita: “¿No ves, mamá? Nosotros, sí,<br />
somos fuertes. Aquí están los alimentos que necesitamos y ya tenemos<br />
qué comer. A nosotros nadie se nos ha atajado”.<br />
Por eso hay que poner mucha atención y recordarse siempre. Porque<br />
en los meses de Enero, Febrero, cuando <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas en <strong>la</strong> chacra se<br />
están desarrol<strong>la</strong>ndo; cuando <strong>la</strong> gente hace llorar a una abuelita y cuando<br />
no damos sus pedidos; a veces, cuando el anciano saca de cualquier<br />
sembrió que no es de él sino de <strong>la</strong> chacra de otra persona; cuando escarba<br />
<strong>la</strong>s papas y los dueños de <strong>la</strong> chacra lo castigan diciéndole: “Ratero,<br />
¿que tú no has sembrado en tu propiedad?”; todo eso l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> he<strong>la</strong>da y<br />
<strong>la</strong> granizada. Es seguro que caerá he<strong>la</strong>da en el mismo tiempo.<br />
2. Los Chicotillos en <strong>la</strong> comunidad agríco<strong>la</strong><br />
Desde aquel día, los Chicotillos siempre están mirando <strong>la</strong>s chacras<br />
más bonitas, para robarse los cultivos y para castigar a <strong>la</strong> gente que hace<br />
llorar a <strong>la</strong>s abuelitas y a sus guaguas. Dicen que un día los hermanos<br />
Chicotillo andaban juntos para robar y destrozar los cultivos y productos<br />
de los agricultores. Cada cual iba a su manera. Porque a veces <strong>la</strong> granizada<br />
venía sin truenos, ni relámpagos, ni viento que lo acompañe y así,<br />
solito, perjudicaba mayormente, y otras veces sin ol<strong>vida</strong>r su costumbre<br />
se avecinaba con gran estruendo de ruido, y así <strong>la</strong> gente se preparaba<br />
para contrarrestarlo. Por eso, a penas los tres hermanos se dirigían a<br />
arrebatar los productos, <strong>la</strong> gente ya les salía a defenderse y hostigar su<br />
avance. Entonces por ello <strong>la</strong> he<strong>la</strong>da le dice a <strong>la</strong> granizada increpándole:<br />
“Tú vas con tanto ruido: ‘¡qej! ¡qej! ¡qej!,...’ ‘¡q’er! ¡q’er! ¡q’er!...’ La<br />
gente pues ya se alista y nos sale al paso con fuego y cohetes por el<br />
ruido que haces, y se despiertan, y se defienden, y no podemos actuar<br />
así”. Y al viento le dice: “Tú igual vas silbando y apenas oye <strong>la</strong> gente,<br />
recoge sus cosas, y así no podemos actuar”. Y <strong>la</strong> he<strong>la</strong>da dice: “¿No ven<br />
cómo yo voy silencioso, sin hacer ruido? La gente ni oye mi pisada y así<br />
puedo robar y destrozar todo a mi paso”.<br />
Siempre hay que combatir los Chicotillos para defender <strong>la</strong>s chacras.<br />
Para conjurar estos peligros, cada comunidad tiene sus costumbres<br />
y ceremonias. Allí en Yunguyo <strong>la</strong>s familias efectúan una serie de<br />
76