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XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

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ASCÉTICA<br />

Lema: Dios quiere que queramos “su justicia” (C), que bebamos de su misma<br />

copa (B), que afecta a todo lo terrenal (A).<br />

Seny.- ¿Tiene alguna tentación política?<br />

“No. Porque me gusta decir lo que pienso y hacer lo que digo y eso en<br />

política es imposible”. (Juan Villalonga).<br />

A.-El “Ecce Homo”.<br />

“Cuando Jesús subió los escalones, Pilatos se somó a<br />

la terraza y sonó la trompeta anunciando que el<br />

gobernador quería hablar. Se dirigió al Sumo Sacerdote,<br />

a los miembros <strong>del</strong> Consejo y a todos los presentes y<br />

les dijo: “Os lo mostraré de nuevo y os vuelvo a decir<br />

que no hallo en él ningún crimen”. Jesús fue conducido<br />

junto a Pilatos, para que todo el mundo pudiera ver con<br />

sus crueles ojos, el estado en que Jesús se encontraba.<br />

Era un espectáculo terrible y lastimoso y una<br />

exclamación de horror recorrió la multitud, seguida de<br />

un profundo silencio cuando Él levantó su herida cabeza<br />

coronada de espinas y paseó su exhausta mirada sobre la<br />

excitada muchedumbre. Señalando con el dedo, Pilatos<br />

exclamó: “Ecce homo”. Los sacerdotes y sus adeptos,<br />

gritaron llenos de furia: “Mátalo, crucifícalo”.<br />

“¿Todavía no os basta? –dijo Pilatos-. El castigo que<br />

ha recibido Le habrá quitado las ganas de ser Rey”.<br />

Pero ellos, furiosos, seguían gritando y cada vez más<br />

gente se añadía a la exigencia: Máta-Lo, crucifíca-Lo.<br />

Pilatos mandó tocar otra vez la trompeta y pidiendo<br />

silencio dijo: “Entonces, tomad-Lo y crucificad-Lo<br />

vosotros, pues yo no hallo en Él ninguna culpa”.<br />

Algunos de los sacerdotes exclamaron: “Según nuestra<br />

ley debe morir, pues se ha llamado a sí mismo Hijo de<br />

Dios”. (Catalin Emmerich: La amarga pasión de N. De C).<br />

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