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XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

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ESCRITURA<br />

Ml 3.<br />

“Yo el Señor no he cambiado pero vosotros hijos de<br />

Jacob no habéis terminado. Desde los tiempos de<br />

vuestros antepasados os apartáis de mis preceptos y no<br />

los observáis. Volved a Mí y volveré a vosotros –dice<br />

el Señor de los Ejércitos-. Objetáis: por qué tenemos<br />

que volver. ¿Puede un hombre defradar a Dios como<br />

vosotros intentáis defraudarme? Objetáis: ¿En qué Te<br />

defraudamos? En los diezmos y tributos: habéis<br />

incurrido en maldición porque toda la nación Me<br />

defrauda”.<br />

POESÍA<br />

“Tuya será, Bolivar, esta gloria;/ tuya romper el<br />

yugo de los reyes,/ y a su despecho entronizar las<br />

leyes,/ y la discordia en áspides crinada,/ por tu<br />

brazo en cien nudos aherroja,/ ante Haces santos<br />

confundidas/ harás temblar las armas parricidas” (José<br />

Joaquin Olmedo). Me temo que lo que humanos llamamos<br />

libertad, justicia y tantas pompas más, no dejan de ser<br />

otras tantas vanidades engreídas, vienen al ser<br />

parecidas al afán <strong>del</strong> Maestro Ciruela, que no sabía<br />

leer pero puso una escuela. Ni Bolivar, ni Felipe<br />

quinto, ni democracia altanera: la justicia como reina,<br />

los demás sus siervos, eso sí creo. Y sin ello, cuento,<br />

cuento y gran mentira: todo muy bien regado de sangre y<br />

enredo de altivos y compulsivos luchadores, que gozan<br />

guerreando y masacrando a quienes debieran sin duda<br />

hacerse santos, volverse al reino <strong>del</strong> derecho. ¡No lo<br />

creen, bien lo sé/ pero yo no creo más que en Dios y en<br />

la obediencia universal en la su Iglesia¡ Los rebeldes<br />

que conozco, y yo me cuento, son todos vanidosos, y<br />

perfectos en su especie, que como santos son casi<br />

siempre adorados. Y siempre traen un fracaso más<br />

tenebroso, que el que antes imaginaron con atrevida<br />

injusticia.<br />

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