XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

genral, para imputarnos lo que de forma agresiva,
violenta, desagradable y a veces hasta insoportable nos
ha achacado: la mentira y la calumnia”. Bono se enteró
de los sueldos que había tenido Carlos Dávila
trabajando para la RTVE. Y un empleado de la Casa dice:
“!Nunca en la historia de la Casa un político ha tenido
acceso al sueldo de un colaborador. Y si lo ha pedido,
se le ha negado. Y hay más: son literalmente falsas las
cifras que él predica, son extraordinariamente bajas en
comparación con lo que han ganado en TVE todos los
recomendados socialistas, entre ellos algunos
diractamente ligados a Bono”.
“Sé con quién me trato. Sé que no voy a tener nunca
el amparo de periodistas a los que yo siempre, bobazo
de mí, he defendido. Y sé que incluso la oposición y
mcuhas instituciones que no quiero ni siquiera
mencionar, no moverán ni un solo dedo para acabar con
la perficia de este personaje. Aquí estoy para lo que
guste mandar. Él, a los insultos. Nosotros, a los
datos. Si alguien quiere recordarlos va a tener en LA
GACETA una fuente creíble. Si Dios quiere, esto va a
ser muy largo y al final, ni Bono ni Rubalcaba, como
antes Felipe González, me asustarán lo más mínimo. No
espero nada de nadie. Cuando quiera le cito en
Intereconomía. A estas alturas le conocemos demasiado
para que nos inspire miedo. Eso sí: la lástima no la
podemos controlar”. (LA GACETA 9-10-11).
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